Potentes sindicatos se unen a los indignados de Nueva York

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Responsables de la Reserva Federal y el Tesoro dicen que la protesta está justificada

06 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Si hasta hace unos días el movimiento de los indignados estadounidenses se enfrentaba a la crítica de que no era más que un pequeño grupo de personas desorganizadas, eso cambió radicalmente ayer. Y es que algunos de los sindicatos más poderosos y otras asociaciones, hasta casi cuarenta, organizaron una marcha de apoyo al movimiento Ocupemos Wall Street, que surgió en Nueva York el pasado 17 de septiembre.

La manifestación fue autorizada y tenía como recorrido el poco más de un kilómetro que separa el ayuntamiento neoyorquino, también muy cercano a la calle de la Bolsa, y el parque Zuccotti, en el que permanecen acampados y al que han rebautizado como plaza de la Libertad.

Había mucha expectación hacia la marcha después de que la del pasado sábado acabara con 700 manifestantes detenidos. Incluso, para la de ayer, el sindicato de conductores de autobuses urbanos había pedido a un tribunal que prohibiera que la policía volviera a utilizar este medio de transporte para trasladar a eventuales detenidos, como hicieron el sábado pasado, aunque el juez encargado del caso denegó la solicitud.

Entre los grupos que apoyaron ayer el movimiento están, entre otros, el poderoso sindicato del transporte, la Federación de Familias Trabajadoras, el movimiento próximo al Partido Demócrata, MoveOn, y el sindicato de maestros, que representa a más de 20.000 profesores de la ciudad de Nueva York.

Al mismo tiempo que crecen los apoyos, también aparecen nuevas reivindicaciones. A las acusaciones contra la codicia de las grandes corporaciones o la petición de que suban los impuestos para los ricos, ahora se suman protestas por los recortes federales en educación y las quejas por la brutalidad policial.

Apoyos de altos cargos

Además de estos apoyos, los indignados neoyorquinos, que ya se han extendido por todo Estados Unidos y por ciudades de Canadá, están recibiendo también sorprendentes adhesiones personales. Si el martes fue el portavoz de la Casa Blanca el que aseguraba que entendía la protesta, ayer fueron el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quienes aseguraron comprender las motivaciones de Ocupemos Wall Street. Bernanke dijo que las protestas están «más que justificadas» contra el sector financiero que no ha respondido adecuadamente a la crisis.

Mientras, los medios de comunicación que hicieron muy poco caso de las protestas en los primeros días, se ocupan ahora a diario de la actualidad y la mayoría destaca la similitud entre Ocupemos Wall Street y el movimiento de indignados que en primavera ocupó las plazas de muchas ciudades españolas.