Los socialistas franceses eligen en primarias al rival de Sarkozy
INTERNACIONAL
El índice de participación marcará el éxito o el fracaso de la consulta
09 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Será la participación la que decida si las primarias socialistas son un éxito o un fracaso. Los electores de izquierdas eliminarán hoy a cuatro de los seis aspirantes a derrotar a Nicolas Sarkozy en las presidenciales del 2012 en un proceso que culminará dentro de una semana con la elección definitiva del candidato.
Bastan un euro y una firma de adhesión a los principios de «libertad, igualdad, fraternidad, laicismo, justicia y progreso solidario» para poder votar en una de las 9.600 oficinas habilitadas en colegios y centros sociales de todo el país. Menos de un millón de movilizados supondría un duro golpe para el partido, que ha establecido normas y controles muy serios para evitar cualquier sospecha de fraude.
Envidia de la derecha e inesperado éxito de audiencia, la seriedad de este proceso ha conseguido el efecto de los programas de telerrealidad y en ciudades como Lyon los militantes temen verse desbordados por la participación. De ahí la incertidumbre de los resultados de esta noche.
«Una izquierda blandita»
François Hollande es favorito desde el principio y ha llevado su campaña como si ya estuviera compitiendo contra Sarkozy, pero Martine Aubry acorta distancias y confía en el apoyo de los más radicales en la segunda vuelta. Porque «no ganaremos a la derecha dura con una izquierda blandita».
Esta alusión de la hija de Jacques Delors a la línea de Hollande es el ataque más fuerte que se ha producido en una campaña que podría haberse convertido «en una disputa a nivel nacional». Nada más lejos de la realidad, a pesar de viejos rencores y enemistades: Aubry y Hollande se detestan desde que se disputaban los favores políticos de Delors; Hollande dejó a Ségolène Royal tras veinte años y cuatro hijos en común, Royal y Aubry se acusaron de casi todo en su lucha por la secretaría general del Partido Socialista.
Pero los debates han sido civilizados y los aspirantes han sabido transmitir el claro mensaje de que el enemigo a batir es Sarkozy. Solo dos llegarán a la segunda vuelta del próximo domingo, pero al menos tres de los previsibles perdedores han conseguido una notoriedad que les augura mucho futuro.
En los extremos, Arnaud Montebourg, apóstol de la desmundialización, y Manuel Valls, que espera que los centristas acudan a votarle de cara a un pacto futuro, y el radical de izquierdas Jean-Michel Baylet, un empresario simpático y ahora muy popular. Royal parece haberse quedado fuera de juego.
El mensaje de los candidatos, pese a viejos rencores, es que Sarkozy es el enemigo a batir