El ministro de Presupuesto francés, François Baroin, se pasó ayer de la raya y consiguió que los diputados socialistas abandonaran sus escaños en una sesión de control al Gobierno marcada por las tensiones preelectorales. En lugar de responder a las preguntas de la oposición sobre el nuevo plan de rigor económico, François Baroin cuestionó la legitimidad democrática de los resultados electorales de 1997 y acusó al PS de haber ganado las legislativas «por allanamiento». La bronca fue tal que el presidente de la Asamblea Nacional tuvo que levantar precipitadamente la sesión.
«Insulto a los ciudadanos», «falta política», fueron algunas valoraciones. Los diputados socialistas se levantaron furiosos ante los propósitos del ministro y recordaron que fue Jacques Chirac quien hace 14 años cometió el error de disolver anticipadamente el Parlamento y fracasó estrepitosamente en su intento de consolidar la mayoría conservadora. El PS consiguió entonces un 44 % de los escaños, y Lionel Jospin formó Gobierno de cohabitación con comunistas, ecologistas y radicales de izquierdas.
Baroin, llamado al orden, acusó a los socialistas de «mentir, caer en la demagogia» y aferrarse «a viejos valores caducos» tras haber llegado al poder por la fuerza.