Ban Ki-moon urgió al presidente sirio, Bashar al Assad, que deje de matar a sus propios compatriotas y que respete el acuerdo con la Liga Árabe.
16 nov 2011 . Actualizado a las 22:04 h.La violencia escaló este miércoles en Siria, con nuevos enfrentamientos entre desertores y soldados en las provincias de Deraa e Idlib; en total, desde el domingo murieron más de cien personas, según la oposición.
Entre las víctimas fallecidos hay civiles y soldados. Las fuerzas de seguridad sirias bombardearon también hoy el barrio de Baba Amr en Homs, con al menos 50 proyectiles de gran calibre. Allí se encontraron también 19 cadáveres, al parecer ciudadanos secuestrados en los últimos días por las milicias Shabiha del régimen.
El Comité de Coordinación Local aseguró que 50 civiles perdieron la vida en lunes en el país, 28 de ellos en las provincias de Daraa y 13 en Homs. Es difícil contrastar las cifras de víctimas en Siria, puesto que los medios internacionales no pueden entrar en el país.
En un enfrentamiento entre miembros de las fuerzas de seguridad y desertores en Khirbet Ghazale murieron al menos 34 soldados y 12 desertores. La agencia de noticias estatal Sana informó también del combate, pero con una versión distinta, alegando que dos soldados fueron asesinados por «bandas terroristas armadas». La agencia habló de 15 detenidos y muertos.
Desde el inicio de las protestas prodemocráticas a mediados de marzo, más de 3.500 personas perdieron la vida en el país, según la ONU.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió hoy al presidente sirio, Bashar al Assad, que deje de matar a sus propios compatriotas y que respete el acuerdo con la Liga Árabe en pro de los derechos humanos y la democracia. «Es crucial que (Al Assad) cese de inmediato el asesinato de su propio pueblo e implemente el acuerdo», dijo en una rueda de prensa en Bangladesh.
«He estado debatiendo la cuestión continuamente con los Estados de la Liga Árabe y su secretario general. Sinceramente, espero que los Estados miembro impongan su liderazgo para que la crisis se resuelva lo antes posible». La situación, señaló, es preocupante no sólo para la región, sino también para la comunicad internacional y la democracia y los derechos humanos en el mundo.
Mientras, un líder de la oposición siria pidió hoy a Moscú que actúe contra el presidente Al Assad para poner fin a la violencia.
Burhan Ghalioun, líder del Consejo Nacional Sirio, señaló que Rusia debería unirse a los esfuerzos de la comunidad internacional para presionar al mandatario sirio para que cese los ataques contra los manifestantes, informó la agencia de noticias Interfax.
«No logramos cambiar la posición de Rusia y ellos no lograron cambiar la nuestra», dijo refiriéndose a la posición de Moscú contra los esfuerzos de otros países occidentales en la ONU para aislar al régimen. «La condición para dialogar sería una declaración de la conversión del régimen a un sistema democrático», añadió Ghalioun en una rueda de prensa en la capital rusa.
Sin embargo, el viceministro del Exterior ruso, Mijail Bogdanov, rechazó el llamamiento de forma indirecta, al señalar que hay espacio suficiente para reformas y negociaciones. Moscú, dijo, exige también a la oposición siria una clara posición en pro de la no violencia.