El puesto lo ocupará desde el 1 de septiembre el antiguo ministro griego de Exteriores Stavros Lambrinidis
25 jul 2012 . Actualizado a las 19:20 h.La Unión Europea (UE) ha nombrado hoy a su primer representante especial para los derechos humanos, cargo que ocupará desde el 1 de septiembre el antiguo ministro griego de Exteriores Stavros Lambrinidis, para reforzar la visibilidad y eficacia de las libertades fundamentales en las políticas de la UE.
El Consejo de la UE dio luz verde el pasado 25 de junio a la creación de este nuevo puesto, así como a un marco estratégico y un plan de acción en favor de los derechos humanos y la democracia.
La jefa de la diplomacia de la Unión, Catherine Ashton, presentó en Bruselas a Lambrinidis en una rueda de prensa.
Destacó su experiencia en el campo de los derechos humanos y también a nivel diplomático gracias a su papel en el Gobierno griego o el Parlamento Europeo, institución de la que fue vicepresidente entre 2004 y 2009.
En la Eurocámara, Lambrinidis también fue vicepresidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior.
Según explicó la alta representante comunitaria, su mandato, que concluirá el 30 de junio de 2014, será «flexible para tener la capacidad de adaptarse a las circunstancias» y trabajar «en estrecha colaboración» con el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
«Los derechos humanos es una de mis mayores prioridades y un hilo conductor para todo lo que hacemos en nuestras relaciones exteriores», comentó Ashton.
«No se me ha pedido inventar la rueda», dijo Lambrinidis, quien destacó el valor del marco estratégico y el plan de acción en materia de derechos humanos con los que cuenta la UE desde el mes pasado.
Confió en poder aportar más coherencia a los esfuerzos que en el campo de derechos humanos haga la UE en todos los aspectos de su política exterior, «desde el terrorismo a la tecnología».
El nuevo marco estratégico y el plan de acción para los derechos humanos de la UE establece principios, objetivos y prioridades diseñados para mejorar la eficacia y la consistencia del conjunto de la política europea en los próximos años.
En concreto, proporcionan una base común para los esfuerzos que la UE y sus Estados miembros realicen de manera colectiva, e implicarán más a las organizaciones de la sociedad civil, recordó la Comisión Europea en un comunicado.
Además, uno de los compromisos del plan de acción -vigente hasta el final de 2014- es que la UE tendrá que rendir cuentas de las acciones que haya emprendido en esta área en informe anual sobre el estado de los derechos humanos y la democracia en el mundo.