Xi tendrá el control del Ejército desde el inicio de su mandato

esperanza calvo PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El nuevo líder chino, Xi Jinping, en una pantalla gigante instalada en el centro de Pekín .
El nuevo líder chino, Xi Jinping, en una pantalla gigante instalada en el centro de Pekín . WANG WEI< / span> efe< / span>

Los conservadores dominan el nuevo comité permanente del Politburó

16 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Xi Jinping entró al enorme salón atestado de periodistas con paso firme, capitaneando un equipo de siete hombres idénticamente vestidos que forman el nuevo comité permanente del Politburó. Todos con impecable traje oscuro, corbata en tonos granates y ni una sola cana a pesar de que rondan los 60. El tinte azabache ya forma parte de la estética comunista china tanto como la estrella roja.

Sin embargo, las diferencias entre el nuevo secretario general y el anterior son evidentes, no tanto por su manera de vestir o por sus cuidados capilares como por su comportamiento en público. Xi apareció sonriente, relajado, con la seguridad de los que se quieren a sí mismos y descartan el no gustar a los demás. Dejó atrás la rigidez y la inexpresión de su antecesor y habló sin papeles sobre los nuevos retos a los que se enfrenta China.

Hizo hincapié en la gente: «ellos quieren que sus hijos tengan un crecimiento sano, tener un buen trabajo y llevar una vida más agradable. Cumplir con su deseo de una vida feliz es nuestra misión». También decidió comenzar admitiendo los problemas que le esperan, desde la «corrupción y aceptación de sobornos» a «la desconexión con el pueblo» y el «énfasis indebido en la burocratización y las formalidades».

Xi comienza el camino con el terreno despejado. Hu Jintao ha renunciado a continuar al mando del Ejército, un ejemplo que no siguió su predecesor, Jiang Zemin, quien siguió al frente de la Comisión Militar hasta dos años después de haber abandonado la secretaría general. El próximo marzo también accederá al control del Estado, cuando Hu le ceda la presidencia del Gobierno.

Sin embargo, y a pesar de las sensaciones que desprende la frescura de su discurso, es erróneo verle como un reformista o esperar de él que acometa profundos cambios de golpe. No solo depende de su voluntad, sino del consenso al que llegue con los otros miembros del comité permanente del Politburó. Un dato significativo para facilitar ese consenso es la reducción de nueve a siete miembros. Pero el perfil más bien conservador de los nuevos integrantes no indica que vayan a producirse cambios sustanciales. Son también significativos los perfiles de los que se han quedado fuera: Wang Yang, secretario del Comité Provincial de Guangdong, un abierto reformista, y Liu Yandong, consejera de Estado y la única mujer con posibilidades de entrar en la cúspide hasta ayer.

Los seis hombres que acompañan a Xi en el comité permanente poseen trayectorias con las que se ganan a pulso el adjetivo de «conservadores». Li Keqiang, que en las quinielas aparece como nuevo primer ministro cuando en marzo se retire Wen Jiabao, es un economista que compagina el liberalismo económico con sus orígenes humildes. Zhang Deijiang estudió Economía en Corea del Norte y Liu Yunshan viene de dirigir el área de Propaganda, donde se gestiona la potente censura que amordaza Internet. Precisamente en la red, el discurso de Xi se convirtió en uno de los temas más populares del día. La mayoría de los comentarios elogiaban el nuevo estilo. «Por fin un hombre que habla normal», escribió un internauta.