Almuerzo de compromiso entre Obama y Romney en la Casa Blanca

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

30 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las reglas no escritas de la cortesía política dicen que el ganador de las elecciones se reúne con el perdedor. Y eso es lo que hicieron ayer Barack Obama y Mitt Romney, almorzaron juntos en la Casa Blanca. La prensa había especulado sobre los resultados de esa comida, pero el portavoz presidencial se adelantó al informar de que Obama no tenía en mente nada específico para el republicano. O lo que es lo mismo, que no iba a ofrecerle el puesto de secretario de Comercio del que se había hablado en las últimas semanas.

A la reunión no se permitió la entrada de la prensa, ni siquiera de los fotógrafos que sí pudieron acceder al almuerzo que hace cuatro años mantuvieron Obama y John McCain. Pero es cierto que la relación entre ambos adversarios políticos era menos tensa que la que hay entre el presidente y Romney. Los tres debates de la campaña mostraron que entre ellos no hay ninguna química. Y por si eso fuera poco, las declaraciones de Romney sobre que Obama había conseguido la reelección gracias a su «regalos» a los votantes minoritario no ha arreglado las cosas precisamente.

Pero el almuerzo se celebró en el comedor privado, un espacio que permite cierta distensión. Una distensión que, al menos, el demócrata buscaba con la reunión de ayer. Y es que el presidente parece dispuesto a hacer el esfuerzo que sea para conseguir el acuerdo que evite el abismo fiscal. Incluido pedirle ayuda a Romney.