Cameron emula a Hollande y condena las atrocidades de la etapa colonial

Gabriel fraga LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

21 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya en 1920, un año después de la matanza de Amritsar, Winston Churchill había descrito el desafortunado episodio en la India como un «evento monstruoso». Sin embargo, hasta la visita de ayer de David Cameron, nunca un jefe de Gobierno británico había pisado los jardines de Jallianwala Bagh, lugar donde en 1919 centenares de hombres, mujeres y niños indios desarmados murieron a manos de las tropas británicas.

Tras colocar una corona de flores sobre el obelisco en recuerdo de las víctimas, el primer ministro ha tratado de cerrar las heridas de uno de los incidentes más desafortunados de la etapa colonial británica. Cameron, que termina con esta simbólica visita su gira de tres días por la India, calificó la matanza de «incidente vergonzoso».

No obstante, y a pesar del gesto de arrepentimiento, algunos le critican por no haber pronunciado una disculpa formal ante las familias de los fallecidos. «Creo que no es bueno rebuscar en el pasado incidentes por los que pedir disculpas. Lo correcto es recordar lo sucedido, admitir los hechos y mostrar respecto y comprensión», dijo.

Sin disculpa formal

Cameron sigue el ejemplo de François Hollande, que el pasado diciembre en Argelia también condenó los sangrientos episodios que protagonizaron las tropas francesas durante la guerra de la independencia. Los argelinos han denunciando en numerosas ocasiones las masacres y torturas perpetradas por los galos y, pese a condenar los incidentes, Hollande, como Cameron, no llegó a pronunciar la disculpa formal que muchos esperaban.

Según el Reino Unido 379 personas perdieron la vida en Amritsar, aunque en la India afirman que fueron un millar. Aquel día, el 13 de abril de 1919, con la objetivo de dispersar una manifestación a favor del derecho de reunión, las fuerzas británicas acorralaron a miles de civiles en los jardines de Jallianwala Baghy. El ruido de las balas solo cesó cuando se agotó la munición.