Berlusconi pide a Napolitano una vía para seguir en política

María signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Berlusconi, durante el acto de apoyo de sus seguidores.
Berlusconi, durante el acto de apoyo de sus seguidores. A. B. < / span>Reuters< / span>

Il Cavaliere debe decidir ahora si va a cumplir su condena de 4 años por fraude fiscal en los servicios sociales o en arresto domiciliario

06 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El día después de la manifestación de apoyo a Silvio Berlusconi todo es un ir y venir en el palacio Grazioli. Abogados y políticos se reunieron allí con Il Cavaliere para establecer sus próximos movimientos tras la condena de 4 años por fraude fiscal. Berlusconi esperaba con ansia el resultado de la reunión de los portavoces de su partido, el PdL, en el Senado y la Cámara de los Diputados, Renato Schifani y Renato Brunetta, con el presidente Giorgio Napolitano.

Excluida la posibilidad de solicitar el indulto, los dos parlamentarios expusieron las exigencias del magnate para continuar apoyando al Gobierno de Enrico Letta. El PdL quiere algún tipo de «salvoconducto» a través de una reforma de la ley anticorrupción, que permita a su líder continuar en política, además de insistir una reforma de la Justicia. El Quirinal se ha limitado a comentar que ambos políticos habían ilustrado la situación al presidente a fin de «consolidar y desarrollar la estabilidad del gobierno».

En la reunión en la que informaron a Berlusconi estaban también presentes los principales dirigentes del PdL que esperaban el resultado para establecer la estrategia del partido para los próximos días. Más tarde Il Cavaliere recibió a sus abogados, con los que tiene que estudiar si va a cumplir la pena en los servicios sociales o en arresto domiciliario. En el segundo caso Berlusconi tendría controlado el teléfono y las visitas serían limitadas a su familia y abogados. Si recurre a los servicios sociales, su margen de libertad será un poco mayor.

Aunque un diario digital anunció que el presidente ruso, Vladimir Putin, había viajado a Roma para solidarizarse con Berlusconi, la embajada rusa lo negó y anunció que la única visita oficial era los ministros de Defensa y Exteriores.