¿Por qué Moscú apoya al régimen de Al Asad?

M. L. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

A Rusia y a Siria les unen motivos de toda índole: históricos, económicos, estratégicos y religiosos

28 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El apoyo de Rusia al régimen sirio es indefectible. Desde hace dos años y medio de levantamiento y guerra civil en el país, no varió de postura ni un ápice. A pesar del número de víctimas cada vez más elevado ? 100.000 muertos?, los vetos en el Consejo de Seguridad han sucedido a entregas de armas y a envíos de expertos militares al país. Las razones del apoyo son muchas.

Históricamente

Lazos religiosos. Además de los lazos históricos entre ambos países, Rusia, profundamente ortodoxa, sostiene a través del clan Al Asad un poder que le brinda el que siempre se haya presentdo como un defensor de los cristianos en la región. El presidente Vladimir Putin continúa tendiendo una mano al patriarca ortodoxo de Rusia que sostiene a Bachar al Asad.

Economía

La industria militar. Moscú brinda su apoyo a un cliente excelente de su industria militar, más teniendo en cuenta el embargo de la ONU sobre la comercialización de armas a Irán y la caída de Gadafi en Libia, lo que perjudicó a la economía rusa.

Estratégicamente

Interés geopolítico. La última base naval rusa fuera del país está situada en Siria, en concreto en Tartús. Sobre el plano diplomático, el presidente Putin defiende la existencia de una gran potencia rusa apoyando a Damasco, como estableciendo un tipo de paridad frente a Estados Unidos. Siria es siempre estratégica a los ojos de Moscú en la región.

Ideología

No injerencias. Vladimir Putin, que desplegó métodos radicales en Chechenia hace algunos años, defiende ahora una ideología de no intervención en asuntos internos de otras naciones, como es el caso de Siria.

Islamismo radical

Un mismo enemigo. Para Rusia, sostener a Bachar al Asad también es combatir a unos islamistas similares a los que le causan dolor de cabeza en el Cáucaso.

Consejo de seguridad

El veto. Rusia ha vetado siempre en el Consejo de Seguridad de la ONU las resoluciones que condenaban la represión del régimen sirio contra su población. Su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, lo dijo claro hace un año: «Si algunos están determinados a emplear la fuerza, sin duda que no podemos impedirlo, pero será su decisión y la guardarán sobre su conciencia. En todo caso no obtendrán ningún mandato del Consejo de Seguridad».

Armas químicas

La misma línea. Pese a que los investigadores de las Naciones Unidas confirmen que el régimen sirio ha usado armas químicas, la postura rusa más lógica hacia su socio en el Meditérraneo será la de bloquear cualquier decisión que se quiera tomar en el Consejo de Seguridad en contra de Damasco. Lavrov advirtió a su homólogo estadounidense, John Kerry, contra las consecuencias «extremadamente graves» de una posible intervención militar. También lo hizo Irán.