China se lanza a la caza de los dirigentes corruptos de las empresas estatales

Stephan Scheuer PEKÍN / DPA

INTERNACIONAL

La industria petrolera china ha caído en el punto de mira de la campaña lanzada por el nuevo presidente, Xi Jinping

04 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La industria petrolera china ha caído en el punto de mira de la campaña contra la corrupción lanzada por el nuevo presidente, Xi Jinping. El antiguo jefe del gigante petrolero estatal (CNPC), Jiang Jiemin, fue destituido ayer de su nuevo cargo de director de la influyente Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales (SASAC). La semana pasada ya fueron detenidos otros cuatro altos cargos, mientras tres empresarios relacionados con la CNPC están en paradero desconocido.

Los empleados de la CNPC y el director de la SASAC son investigados por «graves infracciones disciplinarias», un eufemismo de las autoridades para referirse a casos de corrupción.

Para los expertos, no es casualidad que la campaña anticorrupción afecte ahora al poderoso consorcio petrolero. «Es una estrategia inteligente investigar por corrupción a las empresas estatales», asegura el profesor Zhang Ming, de la Universidad del Pueblo. Al fin y al cabo esos grupos tienen una gran influencia en el país y al mismo tiempo una dura actuación podría disuadir a otros cargos corruptos.

Para Zhang, los últimos pasos solo están relacionados con las corruptelas de forma superficial. «La corrupción puede combatirse con dureza, pero la campaña puede tener un gran efecto en las reformas de las empresas estatales», explica el politólogo, porque se rompen las cúpulas dirigentes y se las pone en la misma línea del Gobierno.

Jiang, miembro del poderoso Comité Central del Partido Comunista, es considerado uno de los protectores del defenestrado Bo Xilai, quien está la espera de sentencia en su juicio por corrupción y abuso de poder.