La policía cifra la asistencia en 8.000 personas
21 sep 2013 . Actualizado a las 19:17 h.Miles de partidarios de que Escocia sea independiente del Reino Unido marcharon por las calles de la ciudad de Edimburgo proclamando su causa con pancartas, banderas y silbatos. La marcha por la Independencia Escocesa, en la que según datos de la policía tomaron parte más de 8.000 personas, es la segunda de tres grandes manifestaciones previstas a un año del referéndum que el 18 de septiembre del 2014 preguntará a los ciudadanos de la región si creen que Escocia debería ser independiente.
Por su parte, los organizadores de la concentración estimaron que entre 20.000 y 30.000 personas participaron en la marcha, donde estuvieron activistas de diversos grupos, desde partidos políticos a organizaciones. Los manifestantes se congregaron por la mañana y marcharon por céntricos puntos de la ciudad, desde High Street hacia North Bridge, Prince Street, Waterloo Place, Regent Road y Calton Hill.
Entre otras figuras que se dirigieron a los congregados, entre ellas el ministro principal del Gobierno escocés y líder del SNP, Alex Salmond, estaba el consejero ejecutivo de la campaña de «Yes Scotland», partidaria del «Sí» a la independencia, Blair Jenkins. «El mayor premio que reportaría un 'sí' el próximo año no es que ya no volveríamos a tener un Gobierno tory por el que no votamos, importante sin embargo para el bienestar de nuestra sociedad, sino tener la capacidad de hacer que funcione mejor para los escoceses la gran riqueza, talento y recursos», dijo.
Jenkins se mostró convencido de que personas de todos los sectores sociales en Escocia, como pensionistas, padres, estudiantes, empresarios, mujeres o mayores, «verán que un voto a favor del sí tiene sentido para los escoceses como nación y como individuos». En la cuenta atrás hacia esa votación, las campañas a favor de la independencia, liderada por Salmond, y en contra, encabezada por el ministro británico para Escocia, Michael Moore, han elevado el tono para atraer al máximo de votantes en los últimos días.
Salmond sostiene que la región «tiene recursos y talento abundantes» para ser un país independiente «de éxito», a un año del referéndum. Moore achaca al líder del SNP querer «minimizar el riesgo» de la opción independentista al proponer una Escocia que permanecería bajo la corona británica, mantendría la libra esterlina y conservaría acuerdos de seguridad social.
También critica que no haya aportado detalles sobre aspectos que considera cruciales del futuro Estado independiente, como defensa o la economía, entre temores de los empresarios a salir perjudicados por la secesión. En su plan, Salmond ha prometido las primeras elecciones en el 2016 y una constitución escrita que podría ilegalizar las armas nucleares, si bien no ha aclarado cuál sería la relación con la UE y la OTAN. El Ejecutivo escocés se ha comprometido a aclarar esas y otras incógnitas en el llamado Libro Blanco, que espera presentar en noviembre.