Teherán presenta una propuesta, que analizan las grandes potencias
16 oct 2013 . Actualizado a las 09:18 h.Un cauto optimismo sobrevolaba el diálogo sobre el futuro nuclear iraní abierto ayer en Ginebra entre Teherán y las grandes potencias, el llamado grupo 5+1, en medio del ambiente propiciado por los gestos de apertura, en particular hacia Washington, del nuevo presidente iraní, Hasán Rohaní, después de años de parálisis.
Sobre la mesa está una nueva oferta iraní bajo el esperanzador título de Cierre de una crisis innecesaria, apertura de nuevos horizontes. Nada ha trascendido de la propuesta. Ambas partes acordaron que por el momento sea «confidencial», y solo el viceministro de Exteriores iraní, Abás Araqchi, comentó que la primera reacción fue «buena».
La delegación iraní había presentado por la mañana la «propuesta» en powerpoint, según informó Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que presidió el inicio de las negociaciones junto al ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif. Por la tarde sus números dos discutieron «en detalle» la oferta. Hoy las delegaciones se volverán a reunir. «Somos serios, no estamos aquí para perder el tiempo», dijo Araqchi. Para la Unión Europea, «el balón está en el campo iraní».
Señales estadounidenses
Por primera vez, en la delegación estadounidense, liderada por la secretaria de Estado adjunta en Asuntos Políticos, Wendy Sherman, están responsables de las sanciones contra Irán. Algo visto como una señal de que Washington está dispuesto a suavizarlas si efectivamente se produce un cambio en la postura de Teherán.
Como ya había anunciado Rohaní en septiembre en Nueva York, Irán quiere llegar a un acuerdo en menos de un año, con una primera etapa en uno o dos meses. Zarif evocó ayer la necesidad de organizar ya una nueva reunión a nivel ministerial tras la cita de Ginebra
El grupo 5+1 (EE.UU., Francia, Reino Unido, Rusia, China, Alemania) deben ver ahora si la oferta certifica la anunciada apertura iraní. En espera de la que tenía que decir Teherán, el grupo mantuvo la propuesta presentada a principios de año: levantar algunas sanciones a cambio de garantías de que el plan nuclear de Irán no tiene fines militares y eso pasa o por abandonar el enriquecimiento de uranio al 20 % (necesario para fabricar una bomba atómica) o por que ese material sea sacado del país.
El viceministro Abas Araqchi marcó como línea roja el derecho de Irán a seguir enriqueciendo uranio.«No permitiremos en ningún caso que el enriquecimiento de uranio sea suspendido, limitado o detenido, o que un solo grano salga del país. En cambio, podemos discutir del nivel, la forma y la cantidad de enriquecimiento», afirmó.
Israel reiteró sus reticencias sobre la reunión de en Ginebra y llamó a evitar un acuerdo «parcial» con Irán, que no incluya el desmantelamiento total del programa nuclear militar iraní.