Silvio Berlusconi, expulsado del Senado por su condena por fraude fiscal

Agencias

INTERNACIONAL

ALESSANDRO BIANCHI

El ex primer ministro italiano alerta a sus rivales de que no «han ganado definitivamente» la batalla

28 nov 2013 . Actualizado a las 03:44 h.

El Senado italiano decidió hoy la retirada del escaño en la Cámara Alta al ex primer ministro Silvio Berlusconi por su condena en firme a 4 años de prisión por fraude fiscal impuesta el pasado 1 de agosto por el Tribunal Supremo de Italia en el caso Mediaset. El pleno de la Cámara Alta rechazó las nueve propuestas presentadas por varios senadores para que no se le aplique a Berlusconi la llamada «ley Severino» del Gobierno de Mario Monti, que establece la expulsión del Parlamento de los condenados a penas superiores a dos años de cárcel.

La votación en el pleno se produce después de que la Junta para las Elecciones y la Inmunidad del Senado italiano propusiera el pasado 4 de octubre al pleno la retirada del escaño a Berlusconi por una ley, que en su momento fue aceptada también por el partido de Berlusconi, y que establece el veto para concurrir a elecciones y la expulsión del Parlamento durante seis años de los condenados a penas superiores a dos años de cárcel. Y esto es lo que le espera a Berlusconi tras el voto de hoy, seis años alejado del Parlamento, pero además no podrá contar a la hora de afrontar el resto de procesos judiciales pendientes con la inmunidad parlamentaria.

La retirada del escaño a Berlusconi contó con el apoyo, entre otros, del Partido Demócrata (PD) del actual primer ministro, el socialdemócrata Enrico Letta; el Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo, y el grupo Elección Cívica de Mario Monti. Votaron en contra, entre otros, Forza Italia de Berlusconi, la Liga Norte y los antiguos correligionarios de Il Cavaliere, el grupo del Nuevo Centroderecha que lidera el considerado como su delfín, Angelino Alfano, que se escindió por su desacuerdo sobre el apoyo al Ejecutivo de coalición.

«Es un día de luto», dice Berlusconi

Berlusconi ha renunciado a estar presente en el hemiciclo durante el voto, ya que sería demasiado doloroso oír como el presidente del Senado, Piero Grasso, ordenaría a los empleados de la Cámara alta a acompañar al senador fuera del hemiciclo. Numerosos partidarios del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi se están congregando delante de su residencia en Roma para mostrarle su apoyo horas antes de que el pleno del Senado vote sobre su expulsión de la cámara tras su condena firme por fraude fiscal en el caso Mediaset.

«Es un día de luto» para Italia y su democracia, afirmó Berlusconi ante los manifestantes. «Han atropellado la democracia, los derechos y la libertad», clamó visiblemente emocionado el exprimer ministro y magnate de las comunicaciones, prometiendo que seguirá «luchando» por sus ideales incluso fuera del Parlamento. «Es una decisión que invita a la venganza», aseguró el magnate. que acusó de nuevo a los «magistrados comunistas» de planear su salida política.

Berlusconi, además, alertó hoy a sus rivales políticos de que no «han ganado definitivamente» la batalla con su expulsión del Senado. «Brindan porque han llevado a un adversario, a un enemigo, según dicen algunos, ante un pelotón de ejecución, lo que habían esperado desde hace 20 años. Por eso hoy están eufóricos (...) Pero no creo que con esto hayan vencido definitivamente al partido de la democracia y la libertad. Nosotros no nos retiraremos a ningún convento», agregó el ex primer ministro italiano.

Procesos judiciales pendientes

Un Berlusconiya relegado a simple ciudadano seguirá su batalla judicial e intentará reabrir el proceso Mediaset, después de anunciar que obran en su poder doce testimonios, entre ellos siete «completamente nuevos» y algunos que no le fueron aceptados antes de que el Tribunal Supremo que prueban su inocencia.Reabrir un proceso en Italia necesita meses o incluso años, y mientras Berlusconi tiene aún que afrontar la apelación por la condena a siete años de cárcel y la inhabilitación de por vida del ejercicio de un cargo público por los delitos de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, en el caso de la menor de edad marroquí, Ruby.

También pendiente está la apelación de la condena a un año de cárcel del caso Unipol, por la publicación de escuchas telefónica en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo. Asimismo, debe afrontar un nuevo juicio por la supuesta compra en 2007 del senador Sergio de Gregorio para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi.