Bruselas ultima un acuerdo con Cuba que deja atrás la «posición común»

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

29 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los 28 Estados miembros de la Unión están perfilando a través de sus grupos de trabajo en el Consejo los últimos flecos de un mandato de negociación para cambiar las relaciones con Cuba. El texto, que podría ser aprobado en diciembre por los ministros de Exteriores, pretende allanar el camino para alcanzar un acuerdo bilateral con La Habana sobre la base de dejar atrás la «posición común» que desde el año 1996 rige la política exterior de la UE, condicionando el acercamiento mutuo al respeto de la democracia y los derechos humanos.

El cambio podría ser el espaldarazo definitivo a los esfuerzos reformistas que se han acometido en el país caribeño en los últimos tiempos bajo la lupa y el apoyo del Servicio Europeo de Acción Exterior. Contrasta con la negativa de la oposición al régimen, que quiere seguir conservando la «posición común» al considerar que no ha habido avances democráticos.

Aunque la posición de los 28 es unánime y todos desean fortalecer los lazos con la isla, hay voces que alertan de las consecuencias de tender la mano a Cuba sin imponer condiciones. Es el caso del expresidente José María Aznar, impulsor de la estrategia diplomática que rige las relaciones de la UE con la isla desde mediados de los noventa hasta la actualidad. «Abandonar ese camino sería abandonar el destino de una transición real en Cuba», afirmó el pasado septiembre en un homenaje al disidente cubano Oswaldo Payá.

Hubo que esperar al 2010 para que el expresidente Rodríguez Zapatero propusiese iniciar las negociaciones de cara a un acuerdo bilateral con La Habana que ahora empieza a dar sus frutos.

Todavía es pronto para poner fechas, según reconocen fuentes del Consejo, pero en enero ya podría estar aprobado este mandato de negociación que lleva cocinándose un año, desde que en noviembre del 2012 los ministros de Exteriores pidiesen a su representante, Catherine Ashton, que estudiase las posibilidades de alcanzar un acuerdo bilateral.