Con el apoyo de casi el 70 % de los electores, Matteo Renzi, alcalde de Florencia, será el nuevo secretario del Partido Democrático
09 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Con el apoyo de casi el 70 % de los electores, Matteo Renzi, alcalde de Florencia, será el nuevo secretario del Partido Democrático (PD) y, con toda probabilidad, el futuro candidato del centroizquierda italiano en las elecciones generales del 2015. Se abre así una nueva etapa en un partido que en los últimos tiempos ha ofrecido una imagen de desunión con sus luchas internas y en el que reina un gran descontento a causa del acuerdo de gobierno con el PdL.
Renzi, de 38 años, y al que muchos comparan con el británico Tony Blair, prometió durante su campaña que cambiará Italia con un programa de tintes socialdemocráticos. Ahora hace falta saber cómo llevará adelante la promesa y si podrá hacerlo desde la secretaría del partido.
Renzi se impuso ayer sin dificultad a sus dos contrincantes, el veterano Gianni Cuperlo, que recibió el 18 % de los votos, y a la opción más izquierdista, la de Giuseppe Civati, que consiguió el 12 %. En el 2013 había sido derrotado por el entonces representante de la izquierda tradicional, Pier Luigi Bersani.
El alcalde de Florencia no esconde que su gran ambición es llegar a la presidencia de Gobierno que hoy ocupa su colega Enrico Letta y por ello estaría dispuesto a celebrar elecciones la próxima primavera. La decisión del Tribunal Constitucional de declarar anticonstitucional la ley electoral ha trastocado sus planes, ya que ahora tiene que esperar a que el Gobierno junto con el PD y la oposición, es decir Forza Italia de Berlusconi y Movimiento 5 Estrellas de Grillo, alcancen una nueva norma, lo que llevará meses.
Nueva generación
Partidario de jubilar al viejo aparato del partido, hoy dará a conocer su equipo de gestión, que estará formado por doce personas, la mitad mujeres.
La unidad del PD es ahora esencial. Por eso ayer Romano Prodi auspició que «ganadores y vencidos estén unidos tras el voto» y se acabe así con las rencillas que minan la credibilidad entre los electores, para ganar las elecciones. El expresidente del Gobierno, que parece haberse reconciliado con su partido tras la fracasada candidatura a la presidencia de la república, comentó que «ahora es el momento de las nuevas generaciones».
La temida abstención que tanto preocupaba en el partido se quedó solo en una previsión. En mitad de la jornada se hablaba ya de un millón de votantes y al final fueron casi tres millones de personas las que acudieron a depositar su sufragio.