Según el primer ministro, Enrico Letta, esta medida que busca evitar la masificación de las cárceles no supondrá «ningún peligro para los ciudadanos»
18 dic 2013 . Actualizado a las 00:11 h.El Gobierno italiano aprobó este martes un decreto ley que tiene como objetivo reducir la masificación de las cárceles del país y que permitirá la salida gradual de hasta 1.700 presos. Esta medida según el primer ministro, Enrico Letta, no supondrá «ningún peligro» para los ciudadanos.
Letta jutificó la aprobación del decreto por la masificación de las cárceles de Italia, las más pobladas de toda Europa con más de 67.000 presos retenidos en cárceles diseñadas para albergar a 45.000 personas. «Queremos asegurar que los encarcelados son retenidos en condiciones que respetan sus derechos fundamentales», afirmó.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ordenó al Ejecutivo italiano solucionar este problema antes de un año. La ministra de Justicia, Annamaria Cancellieri, inidicó que con la nueva legislación podrán salir de forma escalonada hasta 1.700 presos. Aunque Cancellieri precisó que cada caso será estudiado de forma individual.
Entre los presos que serán puestos en libertad se encuentran los drogodependientes, a los que se facilitará su internamiento en centros de recuperación, según informa el diario italiano Il Corriere della Sera. «En las cárceles los drogodependientes no reciben los mismos tratamientos que pueden recibir en la comunidad», jutificó la ministra de Justicia.
«No se habla de indulto»
Además se extenderá el uso del brazalete electrónico, aunque Cancellieri precisó que la aplicación de estas medidas deberán ser aprobadas previamente por un juez. «No se habla de indulto», explicó, «no hay nada de automático con este decreto».
El decreto ley también contempla a los presos extranjeros, que representan el 30 % de la población reclusa del país. La ministra de Justicia informó que se empleará un sistema más eficaz de identificación, además de establecer la posibilidad de deportación. «Esto podrá llevar a la expulsión de numerosos extranjeros», afirmó Cancellieri.