El Gobierno de Letta se tambalea a cuenta de la reforma electoral

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Matteo Renzi, su rival en el partido, le desafía y se reúne con Berlusconi

19 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos horas y media rodeadas de gran tensión en el exterior fue lo que duró el encuentro entre el nuevo secretario del Partido Democrático (PD) y alcalde de Florencia, Matteo Renzi, y Silvio Berlusconi. El presidente de Forza Italia volvía así al centro de la escena política italiana, tras su expulsión del Senado en noviembre, y de paso revolvía al centroizquierda y al Gobierno de Enrico Letta. Los medios apuntaban a que el acercamiento entre Renzi y Berlusconi podría hacer tambalear al Gobierno de Enrico Letta. Según el diario La Repubblica, Letta aseguró el viernes a la figura emergente del centroizquierda que si continuaba pactando con Il Cavaliere, dimitiría hoy.

Al final de la reunión, Renzi explicó que había habido «una profunda sintonía» entre sus propuestas y las de Berlusconi, con el que trató sobre las principales reformas en marcha: la transformación del Senado en una cámara de las autonomías, pero sobre todo la reforma de la ley electoral, que ambos desean vaya «hacia un modelo que favorezca la gobernabilidad y el bipartidismo». También aseguró que los dos están abiertos al resto de las fuerzas políticas para «escribir el texto de la ley». Sobre las propuestas no se sabrá nada hasta el lunes, cuando el secretario las presente a la dirección de su partido.

La decisión de Renzi de reunirse con Berlusconi abrió la caja de los truenos dentro del PD y entre los ministros de la coalición de Gobierno. Nuevo Centroderecha -el grupo de Angelino Alfano escindido del Pueblo de la Libertad (PdL) de Berlusconi-, Scelta Civica y Por Italia quieren tener voz en la nueva ley electoral y han amenazado con retirar el apoyo a Letta si no se cuenta con ellos.

Pero las mayores críticas le llegaron a Renzi desde las filas de su partido. Su antecesor en la secretaría del PD, Pierluigi Bersani, no acogió bien la reunión con el «enemigo histórico», ya que creen que Berlusconi solo quiere relanzar su imagen. Mientras, Enrico Letta ve con desconfianza el protagonismo de su compañero de partido y teme que las aspiraciones de Renzi lleven a la caída de su Gobierno y a un adelanto electoral este año.

Berlusconi, que estaba acompañado por su fiel Gianni Letta, fue acogido ante la sede del PD con insultos y lanzamientos de huevos, aunque no faltó quien considerara una victoria que Il Cavaliere se hubiese reunido con Renzi bajo una fotografía del Che Guevara y Fidel Castro jugando al golf.