Estado de «shock» en Pekín

Andreas Landwehr PEKÍN / DPA

INTERNACIONAL

Las filtraciones de grandes fortunas de la elite china en paraísos fiscales dejan en evidencia la campaña contra la corrupción de Xi Jinping

23 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las filtraciones han supuesto un shock para los ricos y poderosos de China. Ninguno de los citados habría contado jamás con aparecer en una lista pública de «aristócratas rojos» con negocios opacos o cuentas secretas en paraísos fiscales, como la que sacó a la luz el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

«Perjudicará la reputación del presidente Xi Jinping y del partido», asegura en Pekín el comentarista político Zhang Lifan, crítico con el régimen. «En estos momentos Xi está encabezando una lucha decidida contra la corrupción, mientras a la vez se juzga a ciudadanos que han pedido la publicación del patrimonio de los funcionarios y sus familias», dice Zhang, en referencia al proceso contra el disidente Xu Zhinyong, que comenzó ayer. «¡Qué ironía!».

Xu es el fundador del Movimiento Nuevos Ciudadanos, que tiene como objetivo cambiar el sistema político del gigante asiático y cuya principal bandera ha sido hasta el momento reclamar transparencia a las autoridades para que hagan públicos sus activos. Tanto él como su abogado se mantuvieron ayer en silencio, durante la primera jornada del juicio que se le sigue por supuesta alteración del orden público, una forma de hacer ver que no reconocen al tribunal. Según Reuters, varios seguidores de Xu se concentraron en las inmediaciones del juzgado, coreando eslóganes y portando pancartas en su apoyo. Algunos diplomáticos intentaron asistir al juicio, aunque no obtuvieron permiso para entrar en el juzgado.

La lista de nombres relacionados con el tesoro del Caribe parece el «¿Quién es quién?» de la «jet set» política y social china. En ella aparecen miembros del Parlamento, directivos de empresas estatales, ricos empresarios, «principitos» y otros miembros de las familias influyentes del país. Especialmente explosivos son los negocios del cuñado de Xi Jinping o del hijo del ex primer ministro Wen Jiabao.

Wen ya estaba bajo la lupa desde hace tiempo y hace poco defendió su herencia política en una carta a un amigo. «Nunca estuve y nunca estaré involucrado en una sola transacción en la que abusase de mi poder con fines personales», afirmó. Pero los críticos destacan que el exmandatario no defienda explícitamente a sus familiares. «Realmente no dice que su familia no sea corrupta», comentó el periodista chino Yang Jinsheng en Radio Free Asia.

Tener una cuenta «offshore» o abrir una empresa en el Caribe no es ilegal en sí mismo. Pero hacerlo abre la puerta a un mundo de sombras que puede usarse para el fraude fiscal, el ocultamiento de patrimonio o de dinero procente de sobornos.