Un proeuropeo y fiel a Timoshenko, nuevo presidente interino de Ucrania
INTERNACIONAL
Turchínov afirmó que dialogará con Rusia si respeta el camino de la integración europea
24 feb 2014 . Actualizado a las 09:57 h.Un día después de la caída del régimen de Víctor Yanukóvich, el Parlamento ucraniano, controlado por los antiguos opositores, aceleró ayer los cambios institucionales tras la revolución y nombró al presidente del Legislativo, Alexánder Turchínov, jefe de Estado interino hasta las elecciones del 25 de mayo.
Turchínov, de 49 años y mano derecha de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, fue designado en una sesión que, a un ritmo frenético, destituyó a los altos cargos del antiguo régimen y marcó los plazos para la formación del nuevo Gobierno.
Su predecesor, el huido Yanukóvich, sigue en paradero desconocido desde que la guardia de fronteras ucraniana le impidiera el sábado abandonar el país desde el aeropuerto de Donetsk, su ciudad natal en el este.
Si el sábado era destituido por la Rada Suprema (Parlamento) de su cargo, ayer fue tachado de «pusilánime y traidor» por los que fueron hasta hace unos días sus compañeros de filas en el Partido de las Regiones (PR), cuyos diputados apoyaron la candidatura de Turchínov a la presidencia interina.
«Ucrania ha sido traicionada. Han provocado la confrontación entre la gente. Y toda la responsabilidad recae sobre Yanukóvich y su entorno más próximo», afirmó en una declaración el grupo parlamentario que sostuvo durante años al ahora depuesto jefe del Estado. Los diputados del PR manifestaron su condena de las «órdenes criminales que afectaron a simples ciudadanos, soldados y oficiales».
Esta semana, desde el inicio de los sangrientos disturbios que han dejado cerca de un centenar de muertos en Kiev, más de 60 diputados del PR han abandonado sus filas.
Turchínov, que se refirió a «la catastrófica» situación económica del país tras señalar que «el Gobierno de Yanukóvich arruinó la economía y en las arcas fiscales no hay dinero», pidió a los diputados que inicien consultas urgentes para crear la mayoría parlamentaria requerida para elegir primer ministro. Añadió que está abierto a un diálogo con Rusia siempre y cuando el Gobierno de Moscú respete la decisión del pueblo ucraniano de establecer relaciones estrechas con la Unión Europea (UE). E insistió en que el país retomará «el camino de la integración europea». Otra de las medidas urgentes que adoptó ayer el Parlamento fue abolir la ley que protegía el uso de las lenguas minoritarias, entre ellas el ruso.
Mientras, el alcalde de Kiev, Vladimir Makéyenko, se comprometió a subsanar a partir de hoy los estragos que dejó la revuelta. «Desde mañana empezaremos a limpiar Kiev, y a retirar las distintas barricadas. Pero, por supuesto, esto tendrá que hacerse de acuerdo con los ciudadanos que las han construido», aseguró el regidor. Pero en el Maidán no hay signos de que los manifestantes estén dispuestos a desmantelar las barricadas e irse a casa. No se fían tampoco de los dirigentes de la oposición.
En la suntuosa residencia del presidente depuesto se han encontrado documentos que detallan un sistema de sobornos organizado y una lista de periodistas a vigilar. La residencia, que será restituida al Estado por decisión del Parlamento, permaneció abierta para que los ciudadanos comprobasen el lujo del lugar, percibido como el símbolo de la corrupción del régimen.
EE.UU. y el FMI están dispuestos a ayudar a Ucrania en sus esfuerzos de volver a la democracia. La alta representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, viaja hoy a Kiev.