Más de 400 millonarios rusos viven actualmente en el Reino Unido
10 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La invasión rusa en Ucrania ha elevado el tono de la diplomacia internacional a niveles de la guerra fría. Sin embargo, y pese a reconocer que Rusia ha violado el derecho internacional, el Reino Unido aplica la mesura y descarta las sanciones económicas. El Gobierno de David Cameron teme que Londres salga peor parada que Moscú.
En medio de la tormenta provocada por la ocupación de Crimea, la foto de un documento oficial revelaba las verdaderas intenciones del primer ministro británico para con Rusia. En el papel, en manos de un importante asesor de seguridad del Gobierno, se podía leer: «El Reino Unido no debe apoyar sanciones de tipo comercial o cerrar el centro financiero de Londres a los rusos».
Paralelamente a la filtración, y en contraste con el documento, David Cameron aseguraba a los medios que Rusia «podría enfrentarse a presiones de tipo diplomático, político y económico». No obstante, el premier tiene las manos atadas, no solo por la importancia de las inversiones rusas en el Reino Unido, sino por el gran capital británico en manos de compañías rusas.
Londres, cuya economía equivale casi al 25 % de todo el Reino Unido, es desde hace tiempo uno de los destinos favoritos de los inversores rusos, muchos de los cuales gozan del denominado visado de inversor.
Según un reciente informe, más de 400 millonarios rusos viven hoy en el Reino Unido gracias a un esquema que otorga el permiso de residencia a aquellos extranjeros que invierten al menos 1,2 millones de euros en el país. El estudio reveló también que en los últimos cinco años más de 800 rusos y chinos recibieron este tipo de visado.
Las mejores y más costosas escuelas de Londres cuentan con miles de niños rusos. Sus padres, residentes en las mansiones de los lujosos barrios de Kensington y Chelsea, son algunos de los hombres más ricos de la City. El disparatado incremento de precios en el mercado inmobiliario londinenses se debe, en parte, a las caprichosas adquisiciones de los oligarcas rusos.
En el 2011 las inversiones rusas en el Reino Unido alcanzaron los 33.000 millones de euros. Muchos de ellos son allegados al presidente Putin, otros son exiliados financieros, como Boris Berezovsky, que el año pasado fue hallado muerto en el baño de su mansión en misteriosas circunstancias. Berezovsky acababa de perder un multimillonario juicio contra Roman Abramóvich, presidente del Chelsea F. C.
Curiosamente, las inversiones británicas en Rusia son aún mayores y en el 2011 llegaron a los 55.000 millones de euros. Según el experto de la BBC Robert Peston, «las empresas e inversores británicos perderían más que sus homólogos rusos en el caso de que [los Gobiernos decidiesen] congelar o confiscar activos financieros».
Tras cinco años de pobres resultados económicos, el Reino Unido lidera la ansiada recuperación económica europea. Con las elecciones generales a poco más de un año es poco probable que Cameron muerda a los oligarcas rusos y, consiguientemente, ponga en peligro los negocios británicos.