Uno de los hijos de la mujer asesinada no quiere revelar la identidad de los asesinos de su madre por miedo a las amenazas de muerte
02 may 2014 . Actualizado a las 16:01 h.La policía norirlandesa seguía interrogando este viernes al líder republicano Gerry Adams sobre el asesinato en 1972, por parte del IRA, de una madre de diez hijos. Gerry Adams, de 65 años, presidente del Sinn Fein, durante mucho tiempo el ala política del Ejército Republicano Irlandés (IRA), pasó su segunda noche en comisaría para ser interrogado, tras haber declarado que acudió voluntariamente el miércoles por la noche a la comisaría del condado de Antrim, antiguo bastión de la guerrilla.
Adams desmiente toda implicación en el asesinato de Jean McConville, una protestante de 37 años, viuda de un católico y madre de 10 niños. Fue secuestrada en 1972, en los momentos más tensos de los «disturbios», por un comando del IRA, en el barrio católico de Falls, en Belfast oeste.
Formaba parte de los 16 «desaparecidos» de los que el IRA no admitió el asesinato, de un tiro en la nuca, hasta 1999. Su cadáver fue descubierto enterrado en la Playa de Carlingford, en Irlanda, cuatro años después. Una investigación policial desmintió que fuera «una informadora». Simplemente había prestado auxilio a un soldado británico herido en un atentado del IRA.
«Si hablamos, nos matan»
Uno de sus hijos, que cuando ocurrieron los hechos tenía 11 años, dijo el jueves no querer revelar la identidad de los asesinos de su madre por miedo a las amenazas de muerte. Pero su hermana mayor dijo que está dispuesta a hacerlo. «Si una cooperación total sobre la investigación en torno al asesinato de mi madre significa nombrar a aquellos que irrumpieron en nuestro apartamento, arrastraron a mi madre lejos de nosotros arma en puño y estuvieron directamente implicados en su desaparición y su asesinato, entonces sí, estoy dispuesta a dar los nombres», afirmó Helen McKendry al Guardian.
El jueves por la noche, la hija, que tenía 15 años cuando ocurrieron los hechos, añadió en la BBC que «ya no tenía miedo al IRA». «Siempre pensé que Gerry Adams estaba implicado en el asesinato de mi madre. Lo seguiré pensando hasta la muerte», añadió. Su hermano Michael McConville había manifestado por su parte sus temores: «todo el mundo piensa que el IRA, oficialmente desmantelado, ha desaparecido, pero es falso. Si hablamos, nos ejecutarán», insistió. La detención ha sido acogida con gran reserva por los responsables políticos en Londres, Belfast y Dublín, que no quieren complicar la normalización del acuerdo de paz sellado en 1998 y todavía frenado por radicales en el Ulster.
Solo Martin McGuinness, antiguo comandante del IRA y hoy vice primer ministro del Ulster, consideró que la detención, a tres semanas de unas elecciones locales, respondía a «una agenda política». La detención también ha animado a hablar a otras víctimas de los «disturbios», eufemismo para describir los enfrentamiento intercomunitarios que dejaron 3.000 muertos en 30 años. Kieran Megraw, cuyo hermano desapareció en 1978, lanzó un llamamiento para obtener informaciones que permitan recuperar su cuerpo. «Todavía hay siete 'desaparecidos' que no han sido encontrados. Es algo con lo que hay que vivir constantemente», indicó a la BBC.