Al Sisi niega clemencia para los tres periodistas condenados, pese a la petición de la Casa Blanca
INTERNACIONAL
Los reporteros han sido acusados de difundir información falsa para ayudar a organizaciones terroristas
25 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, no se pliega ni a las campañas por la libertad de prensa, ni a las peticiones de las embajadas de los países de los periodistas condenados, ni a la intermediación de la Casa Blanca, que solicitó la liberación de los informadores condenados el lunes a entre 7 y 10 de prisión. «Debemos respetar las sentencias judiciales y no criticarlas, incluso aunque otros no las entiendan», sentenció Al Sisi, que llegó al poder tras un golpe militar y fue elegido en las urnas presidente hace quince días.
En cuestión están todas las garantías judiciales. No solo relativas a este juicio contra periodistas de Al Yazira y otros corresponsales extranjeros que fueron juzgados en rebeldía, sino toda la jurisprudencia que en los últimos meses ha dictado penas capitales masivas a supuestos miembros de los Hermanos Musulmanes, considerados un grupo terrorista. «Una serie de sentencias a muerte en juicios que no cumplen, ni siquiera en apariencia, con el debido proceso», recogía la nota de Washington.
La libertad de prensa en el nuevo Egipto está en entredicho. Los corresponsales extranjeros ven cómo los medios egipcios respaldan el veredicto oficial, según recogía la web del diario MadaMasar, uno los pocos independientes que sobreviven en el país del Nilo. Procesar a periodistas por dar información «que no coincide con la narrativa del Gobierno de Egipto, desprecia las normas más básicas de libertar de prensa y supone un golpe al progreso democrático en Egipto», resaltó la Casa Blanca en su petición.
Los tres periodistas han sido acusados de difundir información falsa para ayudar a organizaciones terroristas, es decir, a los Hermanos Musulmanes, quienes pasaron de estar en el Gobierno a ser perseguidos e ilegalizados por el nuevo Ejecutivo que se instaló tras un golpe militar en julio del 2013. De hecho, los tres periodistas, tanto, el australiano Peter Greste como el egipcio canadiense Mohamed Fahmy y el egipcio Baher Mahmud, trabajaba en el medio extranjero más crítico contra la asonada y la represión posterior.
Pese a escandalizarse por las masivas sentencias a muerte (que ya se han empezado a aplicar) y ataques a la libertad de prensa, Estados Unidos defiende a rajatabla su alianza con Egipto. El secretario de Estado, John Kerry, se reunió con Al Sisi el domingo, día previo a la sentencia, en una muestra de su deseo de intensificar las relaciones diplomáticas y mostrar su apoyo al nuevo rais.