Alemania también espió a John Kerry

Efe

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Reuters

Los servicios de espionaje del BND captaron al menos una llamada del secretario de Estado de Estados Unidos a través de su red de escuchas en Oriente Medio

16 ago 2014 . Actualizado a las 15:28 h.

Los servicios de espionaje alemanes captaron al menos una llamada del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, informa hoy el semanario Der Spiegel, después de que ayer otros medios germanos aseguraran que al menos en una ocasión se dio esa situación con su antecesora, Hillary Clinton.

La llamada en cuestión de Kerry se realizó vía satélite, en el 2013, y fue captada por los servicios de espionaje del BND -uno de los departamentos de la inteligencia alemana-, en ese caso a través de su red de escuchas en Oriente Medio. El semanario relaciona ese caso con el anteriormente revelado referido a Clinton, de quien asimismo el BND capturó una conversación mantenida con el exsecretario general de la ONU Kofi Annan. Dicha publicación añade que ambas llamadas fueron capturadas «de modo fortuito», en el marco de las escuchas que el BND realiza sobre zonas en conflicto, pero que al parecer luego no fueron borradas, sin que se haya explicado hasta ahora ese proceder.

Turquía

Der Spiegel añade, por otro lado, que el BND ha incluido a Turquía entre sus países a «observar», a pesar de tratarse de un aliado de la OTAN, lo que a su vez contraviene las declaraciones reiteradas de la canciller Angela Merkel de que entre socios no debe haber espionaje.

Las revelaciones ayer acerca de la llamada intervenida de Clinton sacaron a colación esa frase de la jefa del Gobierno alemán, enmarcada en la sacudida producida en el eje Berlín-Washington tras descubrirse que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) había pinchado uno de los teléfonos móviles de Merkel.

Se trata de uno de los capítulos más graves en las relaciones bilaterales, surgido de los documentos difundidos por el exanalista de la CIA Edward Snowden, actualmente exiliado en Rusia. A pesar de tratarse de casos al parecer fortuitos, la revelación ha comprometido la acción del BND y reforzado las opiniones de la oposición de que en realidad ni Merkel ni el resto del Gobierno quieren ahondar en el asunto, puesto que también sus servicios de espionaje incurren en esas prácticas.