El republicano Rick Perry amenazó en el 2013 a una fiscal de distrito demócrata con vetar una partida económica para su oficina si no dimitía, tras ser sorprendida ebria al volante
16 ago 2014 . Actualizado a las 10:49 h.El gobernador de Texas y uno de los posibles candidatos del Partido Republicano para las elecciones de 2016, Rick Perry, ha sido acusado este viernes de abuso de poder por intentar forzar la dimisión de un fiscal general.
El político republicano habría usado sus atribuciones como gobernador para vetar 7,5 millones de dólares a la oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Travis, en el que se encuentra ubicada la ciudad de Austin, por lo que se le acusa de abuso de poder y coacción a un funcionario público, dos delitos que pueden conllevar elevadas penas de cárcel.
El caso se remonta al 2013, cuando la entonces fiscal del distrito del Condado de Travis, Rosemary Lehmberg, fue arrestada por conducir bajo los efectos del alcohol y condenada a 45 días de cárcel. Lehmberg, con una prometedora carrera entre los demócratas, comandaba la Unidad de Integridad Pública, una oficina dedicada a la investigación de delitos relacionados con la corrupción entre funcionarios locales, estatales y federales.
La portavoz de la oficina de Perry, Mary Anne Wiley, ha defendido la inocencia del gobernador después de conocerse la acusación y ha asegurado que se continuarán «defendiendo agresivamente» las acciones realizadas por el mandatario. Por su parte, el Partido Democrático de Texas ha exigido la «inmediata» dimisión del gobernador. «La acusación de hoy demuestra el fracaso del gobernador Perry en respetar la ley», ha criticado la formación, según ha defendido la cadena CNN.
Perry es el primer gobernador de Texas acusado formalmente de un delito en casi un siglo desde que lo fue en 1917 James E. Ferguson por malversación de fondos y otros cargos, lo que forzó su dimisión antes de que se anunciara una sentencia en su contra.