Elecciones para ganar una guerra

rafael m. mañueco KIEV / COLPISA

INTERNACIONAL

El presidente ucraniano llama a una participación alta en las elecciones para sentirse respaldado frente a las desafiantes políticas de Moscú

26 oct 2014 . Actualizado a las 08:38 h.

En la víspera de unas elecciones legislativas cruciales para el futuro de Ucrania, los dos principales dirigentes del país hicieron ayer sendos llamamientos a la población a no quedarse en casa y a votar por cualquiera de las 29 opciones políticas en liza. La abstención privaría de legitimidad al nuevo poder nacido del derrocamiento de Víktor Yanukóvich. En cambio, una elevada participación afianzaría su posición ante los desafíos de los rusos.

Solo siete de los partidos, según los sondeos, lograrán acceder al reparto de escaños y cuatro coparán el hemiciclo: el llamado Bloque del actual presidente, Petro Poroshenko, el Partido Radical del histriónico Oleg Liashkó, el Frente Popular del primer ministro, Arseni Yatseniuk, y Batkívshina (Patria) de la exjefa del Gobierno, Julia Timoshenko.

Si no hay sorpresas, las formaciones de Poroshenko y Yatseniuk podrían conformar la mayoría parlamentaria necesaria para impulsar un cambio en profundidad de la economía ucraniana y del aparato del Estado según los estándares europeos, que ambos aseguran defender. El máximo dirigente ucraniano cree incluso posible alcanzar la «mayoría constitucional» (300 de los 450 escaños de la Rada Suprema) necesaria para poder acometer la reforma de la Carta Magna.

«Votad por Ucrania, por una Ucrania unida, indivisible, europea», pidió ayer Poroshenko mediante un mensaje difundido por la Presidencia ucraniana. «Por una opción proucraniana, proeuropea, no prosoviética», continuó. Advirtió además de que si no se logra una mayoría suficiente su programa «puede convertirse en papel mojado».

Poroshenko subrayó que su principal objetivo es la paz y, en una claro guiño a las consecuciones logradas durante su todavía corto mandato, afirmó que ha logrado «liberar una gran parte de Donbass», la cuenca minera que se extiende a lo largo de las provincias rebeldes de Donetsk y Lugansk. El primer mandatario ucraniano dijo que en esas zonas recuperadas a los separatistas (el 70 % de ese territorio) habrá hoy elecciones.

Las votaciones estarán custodiadas por 50.000 soldados y guardias nacionales. Sin embargo, no se celebrarán en los dos centros de población principales, que también se llaman Donetsk y Lugansk y permanecen bajo control de los insurgentes.

Elecciones alternativas

La Comisión Electoral Central anunció que en 9 de las 21 circunscripciones de Donetsk, donde hay 3,3 millones de electores, no habrá urnas, y tampoco en 6 de las 11 que tiene Lugansk, con un censo electoral de 1,7 millones de personas. Ello afecta, no solo a las dos grandes ciudades, sino también a localidades como Górlovka y Makéevka, casi destruidas por la guerra. Para estos lugares ni siquiera se han impreso papeletas. Y es que los separatistas han organizado sus propias elecciones para el próximo domingo 2 de noviembre.

«Podemos tomar al asalto Donetsk, pero ¿cómo hacerlo sin destruirla?», se preguntaba Poroshenko. «Para Putin, es una ciudad ajena, pero para mí es nuestra, es ucraniana y allí viven secuestrados mis compatriotas», añadió.

Yatseniuk también se dirigió a los casi 37 millones de ucranianos inscritos en el censo electoral. «El voto de cada uno de vosotros es demasiado importante. Hay que acudir a votar. El precio de estas elecciones es demasiado alto como para quedarse en casa», manifestó. Añadió además que los comicios de hoy «serán los primeros que garanticen un rumbo inamovible hacia Europa».