El líder moral de la izquierda mexicana tira la toalla y se va

carlos ocampo REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Cuauhtémoc Cárdenas abandona las filas del PRD, partido que fundó hace 25 años y al que pertenecía el alcalde de Iguala

27 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La izquierda mexicana pierde a su mayor referente, todo un símbolo de que también ha extraviado el rumbo. Si no se van ellos, me voy yo. Eso debió de pensar Cuauhtémoc Cárdenas, que presentó su renuncia «irrevocable» a seguir perteneciendo al partido que fundó hace 25 años. Se va el «líder moral» de la izquierda mexicana, un título que poco le gustaba. Y lo hace porque no quiere «compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia» con el Partido de la Revolución Democrática, el mismo que encumbró al alcalde de Iguala, detenido y acusado de ordenar la muerte de los 47 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre, y al gobernador del tenebroso estado de Guerrero.

Una semana antes, Cárdenas había llamado una vez más la atención del presidente del PRD, Carlos Navarrete -que fue elegido a los pocos días del crimen de Iguala-, sobre la grave crisis que atravesaba el partido. Le pedía que tomara, «para recuperar la credibilidad, medidas urgentes», que no eran otras que la renuncia de la cúpula. Unos llamamientos a los que solo respondió el silencio hasta el martes, que se reunieron con él Navarrete y el secretario general del PRD, Héctor Bautista López.

A Cárdenas, que en los últimos días como miembro del PRD no tenía ningún cargo ejecutivo dentro de la formación, pero sí un liderazgo ideológico indiscutible, la «muy cordial» reunión le llegó demasiado tarde. Además, solo le sirvió para corroborar las profundas diferencias que mantiene con la dirección del partido para solucionar los problemas internos. Por eso, explica en su carta de dimisión, ha preferido «correr el riesgo de recibir críticas» por ser coherente con sus principios y seguir «activo» en las causas en las que aún está comprometido, a sus 80 años de edad.

Pero lo hará ya al margen del PRD, al que le augura un futuro incierto, porque no se está «acercando a las aspiraciones de la gente», que es, según defiende Cárdenas desde que rompió con el PRI, la clave para llegar al poder.

Cuauhtémoc era hijo del que fue presidente Lázaro Cárdenas entre 1934 y 1940. Fue su padre quien nacionalizó el petróleo mexicano y fundó el partido que años después se transformaría en el Partido Revolucionario Institucional, que dirigió el país desde 1929 hasta el 2000.

Con el PRI, Cárdenas hijo fue gobernador de Michoacán (1980-1986) y, después de romper con el partido tras las polémicas elecciones de 1988, se presentó tres veces como candidato de su recién creada formación, el PRD, a la presidencia mexicana, en 1988, 1994 y el 2000, sin lograrlo. Aunque sí consiguió acceder a la alcaldía del Distrito Federal en 1997, gracias al voto popular.

Después de su diplomática carta de renuncia, a nadie se le escapa que el debate autocrítico sobre la toma de decisiones que pedía a la dirección del PRD era la vía que intuía para evitar en el futuro que personajes como José Luis Abarca, alcalde Iguala, o Ángel Aguirre, el gobernador de Guerrero, llegaran a tener peso en el partido y a lograr puestos de responsabilidad política en las instituciones de gobierno.