Juncker rompe con Durão Barroso y liquida 80 iniciativas heredadas de él
INTERNACIONAL
La prioridad de la Comisión el año próximo será la creación de empleo
17 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La Eurocámara fue testigo ayer en Estrasburgo de la ruptura entre el actual presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y su predecesor, José Manuel Durão Barroso. Durante la presentación del programa de trabajo para el 2015, el luxemburgués aseguró que el nuevo proyecto «marca un cambio respecto al pasado. La prioridad es el crecimiento y el empleo». En consonancia con este espíritu, liquidará 80 iniciativas heredadas del portugués y emprenderá 23 nuevas propuestas legislativas, con las que pretende sacar a la Unión Europea del pozo y recuperar el terreno perdido en la arena internacional los dos últimos mandatos. Los esfuerzos se concentrarán en el plan estrella de Juncker, el paquete de inversiones estratégicas. Según el conservador, «nos ocupará no solo la mente sino que dictará también nuestro trabajo en los próximos meses».
El estímulo que la UE pedía a gritos vendrá de la mano de 23 nuevas propuestas que, además de movilizar capital para invertir en proyectos estratégicos, también perseguirán la creación del mercado único digital, la unión energética, una mayor transparencia y coordinación fiscal, gestión de la agenda europea migratoria y profundizar en la unión económica y monetaria: «Queremos resultados concretos a los problemas de los ciudadanos», aseguró el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans.
Bruselas quiere hacer realidad la consigna de «Esta vez es diferente» que tanto se repitió en la campaña de las elecciones europeas. Para ello propone hacer una limpieza a fondo en los cajones de la Comisión donde languidecen algunas de las iniciativas que o bien han sido bloqueadas en el Consejo por algunos países o bien han quedado aparcadas por haber quedado desfasadas y ser manifiestamente ineficaces. Es el caso de la Directiva medioambiental de impuestos a la Energía: «Algunos países la han aguado tanto que ya no tiene sentido», explicó Timmermans. Otras como la propuesta de reutilizar residuos o la de baja por maternidad serán retiradas para presentar «planes más ambiciosos».
Si algo ha movido a Juncker a dar un impulso a la lucha contra la evasión, fraude fiscal y fiscalidad agresiva, ha sido el caso Luxleaks. El mayor escándalo de elusión de impuestos que ha vivido la UE sacó los colores al luxemburgués, principal responsable de una trama que permitió a 375 compañías adelgazar sus facturas con las haciendas europeas tributando en Luxemburgo a tipos ridículos cuando Juncker era primer ministro. El líder de la Comisión se vio obligado ayer a reforzar su compromiso con la transparencia y la iniciativa de establecer una base imponible común de sociedades en la UE: «En el primer semestre del año pondremos sobre la mesa la propuesta de intercambio automático de información sobre decisiones fiscales», anunció antes de recordar que «el principio reinante ha de ser que los impuestos se paguen donde se genera el beneficio».
Barroso intentó caminar en esa dirección desde el 2012 sin éxito por la reticencia de algunos países. Juncker se compromete a lidiar con los primeros ministros en el peor momento posible. Su credibilidad está en entredicho.