El candidato que ahora respaldan Bruselas y Berlín se negó a apoyar el primer rescate a pesar de las presiones de sus colegas europeos de centroderecha
25 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Hubo un tiempo en el que Antonis Samarás dijo no a Angela Merkel. Hubo un tiempo en el que compitió con Nueva Democracia. Y hubo un tiempo en el que compartió habitación con Yorgos Papandreu. De apariencia sosegada, Samarás (1951, Atenas) tiene sus arrebatos. Y han marcado su carrera política. El candidato que ahora respaldan Bruselas y Berlín se negó a apoyar el primer rescate a pesar de las presiones de sus colegas europeos de centroderecha. «Me están pidiendo que apoye una medicina para alguien que está muriendo por culpa de esa medicina. No lo haré», espetó. En aquel momento él proponía rebajar impuestos para reactivar la economía. Claro que entonces él era el líder de la oposición y gobernaba Papandreu.
Samarás creció en una familia adinerada, fundadora del Museo Benaki, una de las instituciones culturales más importantes de Grecia. Fue compañero de habitación de Papandreu en el Amherst College de Massachusetts y se formó como economista en Harvard.
Su ascenso fue fulgurante. Accedió a su primer cargo político en 1977, como diputado por la circunscripción de Mesenia. Después formó parte del Gobierno de Konstantinos Mitsotakis como ministro de Exteriores. Pero Macedonia se interpuso en su camino ascendente. Grecia negociaba un acuerdo con este país y la UE. Los helenos, que tienen una región denominada así y que se sienten los herederos del legado de Alejandro Magno, no aceptan que sus vecinos utilicen también este nombre. Cuando parecía que el acuerdo iba a firmarse, Samarás se enrocó. Renunció a su cargo y, de paso, dejó al Ejecutivo en minoría. Se marchó y fundó un partido hecho a su medida, Primavera Política. Entró en el Parlamento, pero no logró tumbar el bipartidismo. Su mayor triunfo fue vengarse de Mitsotakis dejando cojo su Gobierno con un tránsfuga. Tras diez años de aventura, el hijo pródigo volvió a ND. Para gobernar (incluso con Venizelos.) Y para apoyar el segundo rescate. Hasta nuevo arrebato.
grecia decide su futuro