Merkel y Hollande convocan una reunión urgente de la Unión Europea

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

TOBIAS SCHWARZ | AFP

Países como Polonia o Eslovaquia sitúan a Grecia fuera del euro

06 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El no del pueblo griego ha generado estupefacción y vértigo en la clase política europea por lo que pueda pasar en el futuro. Los líderes tratan de digerir todavía el resultado y por eso las reacciones tardaron en llegar, a pesar de que los resultados apuntaron desde el primer minuto a una victoria del no.

Hacia el final de la jornada, François Hollande y Angela Merkel -tras hablar ambos con Tsipras- pidieron la convocatoria, mañana, de una cumbre de la Unión Europea en Bruselas para buscar una alternativa a la ruptura. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mantendrá esta mañana una teleconferencia con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem -que ayer calificó el resultado como «muy lamentable para el futuro de Grecia»- y el presidente del Banco Central Europeo, después de haber contactado con los 18 líderes de la zona euro, a excepción de Tsipras, y los jefes de las instituciones europeas. Según el breve comunicado facilitado por sus gobiernos, Merkel y Hollande «están de acuerdo sobre el hecho de que el voto de los ciudadanos griegos debe ser respetado».

«Frenar el egoísmo»

También lo cree el jefe de los socialistas europeos, Gianni Pittella: «Respetamos la voluntad del pueblo griego. Es momento de frenar el egoísmo y empezar unas nuevas negociaciones basadas en la solidaridad». Una postura muy conciliadora que tuvo pocos seguidores en la tarde de ayer. Algunos, como el líder de los liberales europeos, Guy Verhofstadt, tendía la mano -«no es el final», dijo- a la vez que apuntaba que Tsipras ha dilapidado su «credibilidad», una línea que también siguió el ministro de Finanzas de Austria, el democristiano Hans Jörg Schelling, para quien el no es una «decepción para Europa», aunque «nuestra mano sigue tendida».

El primer ministro estonio, Taavi Roivas, cree que el resultado «no parece bueno para el futuro del pueblo griego» y en Letonia piensan que «habrá consecuencias» para todos, pero peores para Grecia.

«Ha roto los últimos puentes»

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, fue tajante: «El tiempo de más acuerdos se ha terminado», aseguraba ayer en una ofensiva a la que se sumaron otras figuras, como el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, quien calificó de «suicidio» la opción del no, y anticipó que Grecia debilitará su posición negociadora, aunque el Gobierno comunitario aseguró que respeta el resultado de las urnas.

El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, se mostró escéptico de cara a futuras negociaciones y la posibilidad de que den frutos: «Es difícil de imaginar, han roto los últimos puentes».

Donde se habló abiertamente de una salida de Grecia del euro fue en Eslovaquia y Polonia. El ministro de Finanzas eslovaco, Peter Kazimir, señaló que «la pesadilla de los euroarquitectos de que un país podría salir del club parece un escenario realista» y la primera ministra polaca, Ewa Kopacz, consideró que «a Grecia le queda probablemente solo un camino: salir de la eurozona».

Los extremos políticos, de acuerdo

El pulso entre Grecia y la Eurozona ha devuelto la sonrisa a los líderes de los partidos eurófobos, ansiosos por ver fracasar el proyecto europeo.  Ayer fueron los primeros en aplaudir el resultado del referendo: «Bella y gran lección de democracia ese no griego», celebraba la líder ultraderechista del Frente Nacional, Marine Le Pen. «El proyecto europeo está muriendo», anticipaba el líder del UKIP británico, Nigel Farage. En el ala de la izquierda también se pudieron escuchar palabras de júbilo. El responsable del Partido de la Izquierda de Francia, Jean ?Luc Mélenchon, auguró una «nueva página para Europa»  antes de dar las «gracias» a los griegos por haber resistido. Los extremos políticos europeos, de acuerdo.

El Gobierno y el PSOE analizan hoy los resultados

El Gobierno y los partidos españoles han seguido con atención el desarrollo y resultado de la votación griegas, a la que ayer dedicaron sus primeras valoraciones. El presidente, Mariano Rajoy, ha convocado para esta mañana la Comisión Delegada de Asuntos Económicos. Este organismo ya se reunió tras conocerse la convocatoria del referendo y marcó la clara alineación del Ejecutivo hispano con el sí. Ayer mismo dos ministros reiteraron la idea de que Grecia debía permanecer en la Unión y afrontar su situación. «Cuando uno forma parte de un club, ha de asumir los compromisos y las reglas de funcionamiento de ese club», afirmó el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz. Una idea que el de Justicia, Rafael Catalá: «Tiene que ser así. Especialmente los países que han estado sometidos a programas de rescate y de ayuda y colaboración internacional. Al igual que obtienen financiación, tienen también que cumplir condiciones».

Los socialistas, contra Syriza

Los socialistas también tienen previsto hacer hoy su propia lectura de los resultados. La Ejecutiva del PSOE mantendrá una reunión a la que también asistirá el exministro Jordi Sevilla, coordinador del equipo de expertos económicos que diseñará su programa electoral, y que ha criticado abiertamente a Syriza por convocar un referendo que «agudizará» los problemas de su país y que podría afectar también a España: «Si Grecia pone en cuestión el proyecto del euro, España lo pagará». Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, desplazó el peso de los griegos a la UE, que, según cree, no puede dar la espalda a un país «que lo está pasando mal».

Frente a esta oposición, con mayor o menor rotundidad, Podemos felicitó a los griegos. «En Grecia ha ganado la democracia», dijo Iglesias en su Twitter. Raúl Camargo, diputado de Podemos en Madrid, declaró que la victoria del no era fundamental no solo para los griegos, sino «para todos los pueblos del sur de Europa», ya que las intenciones de la troika eran las de «dar un escarmiento» al país heleno que también diese ejemplo. Izquierda Unida también felicitó a los griegos por saber «imponerse al miedo de las instituciones europeas y que ha dado un golpe de mano democrático».