EE.UU. une el fin del embargo a avances de los derechos humanos en Cuba

L. L. WASHINGTON / EFE

INTERNACIONAL

Ernesto Mastrascusa | efe

Analistas y legisladores reconocen que será prácticamente imposible levantar el embargo hasta el 2017. Ahora el Capitolio está controlado por una mayoría republicana opuesta a cualquier iniciativa de Obama

16 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, advirtió durante su histórica visita a La Habana de que no podrá lograrse el levantamiento del embargo a Cuba si el Gobierno cubano no avanza en derechos humanos, en un intento de impulsar una de las áreas más espinosas de la nueva relación.

El comentario de Kerry, transmitido tanto al Gobierno cubano como a los disidentes con los que se reunió en la isla, refleja una realidad política en Washington, donde el fin del embargo depende de un Congreso poco dispuesto a avanzar en ello, pero es improbable que surta efecto en el Ejecutivo de Raúl Castro. «Tiene que haber algo de avance en el contexto de los derechos humanos porque no se puede normalizar [la relación] sin eso», dijo Kerry en un encuentro con un grupo de medios, entre ellos Efe.

«De ninguna manera el Congreso va a levantar el embargo si ellos [los cubanos] no se mueven en lo relativo a temas de conciencia», añadió el secretario de Estado tras el izado de la bandera de su país en la embajada.

Mensaje a los disidentes

En una reunión con diez disidentes cubanos, Kerry repitió esa idea de que «el levantamiento del embargo va a depender de los avances en derechos humanos» en Cuba, según un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.

Barack Obama ha instado en varias ocasiones al Congreso a levantar el embargo impuesto en 1962, un requisito necesario para la normalización completa de relaciones. Con su mensaje del viernes, Kerry utiliza el embargo, un reclamo imprescindible para Cuba y cuyo levantamiento está en manos de un Congreso reticente a actuar, para aumentar la presión sobre el Gobierno cubano en un área donde es difícil que haya grandes cambios.

Muchos analistas y legisladores reconocen que será prácticamente imposible levantar el embargo al menos hasta el 2017, cuando el próximo Congreso tome posesión y haya un nuevo presidente en la Casa Blanca, dado que ahora el Capitolio está controlado por una mayoría republicana opuesta a cualquier iniciativa de Obama.