Los poderes enfrentados en Libia acuerdan formar un Gobierno de unidad nacional

La Voz REDACCIÓN

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El pacto quedó ensombrecido al asegurar los dos firmantes que no tienen un mandato expreso de las dos Cámaras a las que representan para que este acuerdo sea oficial

18 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las dos poderes rivales en Libia firmaron ayer en la localidad marroquí de Sjirat, tras más de un año de negociaciones, un acuerdo de paz bajo la mediación de la ONU que contempla la formación de un gobierno de unidad nacional. «Hoy es un día histórico para Libia», anunció el enviado especial de la ONU, Martin Kobler. Un optimismo ensombrecido por las declaraciones del general Jalifa Hafter, jefe de las fuerzas leales al Ejecutivo de Tobruk, el único reconocido por la comunidad internacional.

Desde el derrocamiento de Gadafi en el 2011, Libia es un Estado fallido con dos gobiernos y dos parlamentos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, que se disputan el poder apoyados por milicias armadas. Violencia y caos que ha propiciado la entrada del Estado Islámico.

El acuerdo fue firmado por representantes de los dos Parlamentos durante un acto al que asistió el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo. «Para España, este es el conflicto que ocupa el lugar número uno en la agenda en cuanto a que está frente a casa, afecta a nuestra seguridad, a la inmigración y a nuestros intereses económicos», señaló Margallo.

El gobierno de unidad, prevé la creación de un consejo presidencial que dirija el período de transición. Su tarea será la mejora de la seguridad, la recogida de armas de las milicias, la reinserción de los milicianos en el ejército y la policía libia. Además, tiene un año de plazo para redactar otra constitución.

El pacto quedó ensombrecido al asegurar los dos firmantes que no tienen un mandato expreso de las dos Cámaras a las que representan para que este acuerdo sea oficial. Un escollo las declaraciones del controvertido general Hafter. El antiguo oficial gadafista recurrió a la excusa de la lucha contra el terrorismo para exigir el mando absoluto de las Fuerzas Armadas.