Los socialistas fieles a Hollande intentan revivir su candidatura

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

GEOFFROY VAN DER HASSELT | AFP

Manuel Valls y Emmanuel Macron, las ausencias más notables del acto en París

27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Bajo el lema «¡Eh, la izquierda!», cinco ministros han lanzado una ofensiva para unir filas entre los socialistas y relanzar a François Hollande a un año de las elecciones presidenciales en Francia. «Ha llegado el momento de despertar. Estamos aquí para defender lo que hemos hecho», anunció Stéphane Le Foll, titular de Agricultura y portavoz del Gobierno, en un acto público en París con sesgos de mitin de campaña.

«No conozco a nadie que sea capaz como Hollande de unir a la izquierda», afirmó Michel Sapin, ministro de Finanzas. Una tarea harto difícil ante la fractura del progresismo. En el acto hubo ausencias destacables, como la de Manuel Valls, aunque lanzó un mensaje de apoyo, y sobre todo la de Emmanuel Macron, el titular de Economía e independiente que lanzó hace tres semanas el movimiento político En Marcha con el que reivindica un espacio ideológico propio que, dice, no está ni a la derecha ni a la izquierda.

¿Una muestra de la marginación de Macron en el Ejecutivo? El aludido se apresuró a negarlo. «No estoy al margen de nada», declaró a Le Monde. «Pasé la noche en [la feria tecnológica de] Hannover con mi colega alemán Sigmar Gabriel. Es allí donde el ministro de Economía debe estar», explicó.

El Partido Socialista no ha visto con buenos ojos la aventura política de Macron, sobre todo Valls, su principal rival para competir hacia el Elíseo si la candidatura de Hollande fracasa ante su decaída popularidad. El último sondeo, publicado por Le Parisien, sitúa a Macron como el candidato de izquierda preferido de los franceses (34 %), seguido a distancia por Valls (15 %).

El vínculo casi filial entre el presidente y el que hasta hace poco era su protegido parece estar a punto de romperse. La prensa gala se pregunta desde hace días si Hollande lo sigue controlando. Sobre todo tras las pullas a sus colegas del Ejecutivo y a raíz del reportaje con su mujer en Paris Match, en la que algunos vieron una estrategia para construir su imagen de hombre convincente y presidencial. «Fue un error», reconoció Macron días después ante la polvareda levantada. En un debate en France 2, Hollande por primera vez reprendió a su protegido «Está en mi equipo y bajo mi autoridad», dijo. «Él sabe lo que para mí es una cuestión de lealtad personal y política», enfatizó.

Megacontrato con Australia

En medio de los problemas que se le acumulan, Hollande celebró el martes una buena noticia para su política de relanzar la decaída economía. «Decisión histórica», escribió en un tuit para celebrar el megacontrato de 34.500 millones de euros logrado por la compañía estatal francesa DCNS para construir doce submarinos de nueva generación para Australia. El país austral anunció el «contrato del siglo» dentro de la ampliación del presupuesto militar (134.000 millones de euros hasta el 2025) que anunció en febrero para hacer frente a los desafíos geopolíticos de la región, sobre todo por la expansión de China.