El presidente recompensa a los perdedores de las primarias socialistas que renegaron del vencedor, Hamon
28 jun 2017 . Actualizado a las 07:30 h.Emmanuel Macron sí paga a traidores. El presidente francés ha recompensado a los dos perdedores de las primarias de la izquierda, que renegaron de su prometido apoyo al vencedor, el socialista Benoît Hamon, para respaldar la candidatura del nuevo inquilino del Elíseo. El ecologista François de Rugy fue elegido ayer presidente de la Asamblea Nacional a propuesta de La República en Marcha (LREM), grupo de la mayoría presidencial que ha acogido en su seno a Manuel Valls, quien oficializó su abandono del Partido Socialista (PS) tras 37 años de militancia.
La nueva política recuerda mucho a la antigua. De Rugy y Valls traicionaron a Hamon, líder de los críticos socialistas que le hicieron la pinza con la derecha a François Hollande en la anterior legislatura. Macron, quien a su vez se rebeló contra el expresidente socialista, les premia ahora con el amparo de la bancada hegemónica, que acapara por sí sola la mayoría absoluta en el nuevo hemiciclo con 308 de los 577 escaños.
Nacido hace 54 años en Barcelona, Valls se ha adelantado a la resolución del expediente de expulsión que le había abierto el PS por apoyar a Macron en las presidenciales en detrimento de Hamon, pese al compromiso escrito de defender su candidatura. El primer ministro de Hollande, que dimitió para presentarse a las primarias cuyo veredicto no respetó, se vio privado de la investidura socialista en las legislativas en las que LREM no le opuso un competidor. Renovó su escaño por el estrecho margen de 139 votos de ventaja sobre una aspirante de Francia Insumisa (FI), que ha impugnado el resultado.
A sus 43 años, De Rugy es diputado desde el 2007, copresidió el grupo ecologista del 2012 al 2015 y fue designado vicepresidente de la Asamblea en el 2016. Desde ayer es presidente de una Cámara profundamente renovada, rejuvenecida y feminizada. Pero ninguna mujer fue elegida presidenta de algunos de los siete grupos constituidos a pesar de que la representación femenina alcanza el 39 %, récord histórico en Francia.
Los Republicanos (LR) conservadores forman con 92 diputados la principal bancada de la oposición. Pero han sufrido la escisión de una veintena de partidarios de Macron que han creado con 18 centristas de la UDI el grupo de Los Constructivos dispuestos a votar la confianza al Gobierno de Edouard Philippe, procedente de LR. También forman parte de la mayoría presidencial los 42 centristas del MoDem.
Nueva Izquierda
Por primera vez en los anales de la Quinta República, fundada en 1958, el PS ha abandonado toda referencia al socialismo en la denominación de su grupo. Su treintena de integrantes, diez veces menos que hace cinco años, formarán en un grupo bautizado Nueva Izquierda. Los comunistas y los insumisos no lograron ponerse de acuerdo. Los primeros sumaron sus once actas con ocho de electos en territorios no europeos para superar el listón de quince necesario para formar grupo propio. El izquierdista Jean-Luc Mélenchon fue elegido presidente de los 17 diputados de FI, que se presentaron descorbatados en contra de los códigos vestimentarios de la Cámara. «Hubo en esta Asamblea los sans culottes y habrá los sin corbata», proclamó el diputado por Marsella, nuevo en esta plaza a sus 66 años. Los ocho diputados del Frente Nacional, incluida Marine Le Pen, engrosaron las filas de los no inscritos. También figuran en el purgatorio parlamentario los tres independentistas corsos que defienden por primera vez en París la causa del separatismo insular.