¿Quiénes son los supremacistas blancos?

Tania Brandariz / O. S.

INTERNACIONAL

Tras las violentas manifestaciones que acabaron con más de 20 heridos y se cobraron la vida de tres personas, surge la duda de quién está realmente detrás de ellas

13 ago 2017 . Actualizado a las 12:50 h.

La violenta manifestación «Unir a la derecha» entre supremacistas blancos y antifascistas en Charlottesville (Virgina) -que acabó con más de 20 heridos y tres muertos y que obligó al gobernador Terry McAuliffe a declarar estado de emergencia- incita a pensar cuál es el origen y de dónde ha salido este grupo llamado Alt-right, cuya intención es rehacer el concepto de racismo en su máximo explendor. Con ello, lo que buscan es recuperar todos esos «privilegios» que han ido quedando, con esfuerzo, en el pasado. Y es que algunos blancos, con el movimiento por los derechos civiles y el empuje por el multiculturalismo, se han visto delante de una nación que, resulta, no se construye solo alrededor de su propia identidad. Pero, ¿quiénes son y por qué aparecen ahora?

Para poder comprender este fenómeno en 2017, es necesario comenzar haciendo una distinción entre el concepto de nacionalismo blanco y el de supremacía blanca. El primero, según explica el profesor en la Universidad de Birkbeck en Londres, Kaufmann, es «la creencia de que toda identidad nacional debe ser construida alrededor de la etnia blanca y que los blancos deben mantener, por tanto, una mayoría demográfica, así como el dominio de la cultura y la vida pública de la nación», informa el diario The New York Times. Mientras, el segundo da un paso aún más allá, colocando los intereses de los bancos sobre los de otros grupos raciales. La razón, es que entienden que son innatamente superiores a las personas de otras razas. A pesar de las diferencias, ambos comparten una premisa en común: la discriminación racial debe ser incorporada en la ley y la política.

De hecho, uno de los grupos que más importancia está cobrando es el de Alternative Right. Su director, Richard B. Spencer, explica que la organización está dedicada a proteger «el patrimonio, identidad y futuro de las personas de ascendencia europea en Estados Unidos y alrededor del mundo». Desde dicha organización, cuentan con un blog en el que hablan de «genocidio de la raza blanca» y dicen haber hecho una protesta «pacífica» en Charlottesville. A la par, afirman que el «exterminio» de los blancos, no va a ser detenido sin una cierta cantidad de «disgustos». Según Spencer, «la inmigración y el multiculturalismo son amenazas para la población blanca» y es necesaria una «limpieza étnica pacífica» para quitar a la gente que no cumple este requisito de EE.UU.

Blog de Alternative Right

La campaña de Trump, un incentivo

Estos grupos de enaltecimiento de la raza blanca ya estaban ahí, pero varios estudios de diversos países, informa The New York Times, encontraron que el deseo de proteger esos «valores» y la «cultura» fueron dos importantes factores de apoyo al populismo que impulsó Trump (con el 'Volver a hacer grande América') y que contribuyeron en su llegada a la presidencia. De hecho, un reciente estudio de las Universidades de Harvad y Michigan concluye que la campaña de Trump logró atraer «la ansiedad cultural» de grupos como los hombres blancos de mayor edad, que han visto sus privilegios erosionados.

Las antorchas de la Polinesia

El grupo de fascistas que han recorrido la ciudad de Charlottesville llevaba antorchas en las manos, algo a lo que nadie le había dado importancia hasta que un tuitero cayó en la cuenta de que dicho objeto es característico de la Polinesia, concretamente de Hawai. Por ello, escribió un mensaje en el que se reía por usar «un producto cultural polinesio (antorchas Tiki)» y hacerlo bajo la premisa de «defender y reafirmar la supremacía blanca». El bloguero ha dejado en evidencia a estos estudiantes de ideología fascista, con un comentario que se ha vuelto viral en varias horas y que ya acumula cerca de 26.000 tuits.

A partir de dicha apreciación, las redes sociales han pedido a los supremacistas blancos que miren de dónde vienen los objetos y los productos que «compran» para no hacer el ridículo, además de explicar que seguramente no «serían brillantes» ya que habían «votado a Trump».