Las bases de las FARC eligen como líder a Ivan Márquez frente a Timochenko

HÉCTOR ESTEPA BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

HENRY ROMERO | Reuters

Suavizarán su discurso, sin renunciar a sus ideales, para ampliar su base de votantes, pero les será difícil lavar su imagen

03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las FARC ya hacen política. El líder de la desarmada guerrilla, Rodrigo Londoño, Timochenko, celebró en el centro de Bogotá lo que puede considerarse como el primer mitin de la nueva agrupación surgida del grupo subversivo.

«No queremos una sola gota más de sangre por razones políticas», dijo, ante miles de seguidores. Horas antes, la nueva democracia interna de la agrupación le había situado tan solo en el puesto número cinco en las votaciones a la directiva de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, como se llama el nuevo partido.

Lideró esos resultados el excomandante Iván Márquez, que tiene experiencia en política al haber sido parte de la masacrada Unión Patriótica (UP), surgida durante el fallido proceso de paz de los 80.

Las FARC no tendrán fácil aglutinar votos, sobre todo en las grandes ciudades. Suavizarán su discurso, sin renunciar a sus ideales, para ampliar su base de votantes, pero les será difícil lavar su imagen tras más de medio siglo de guerra.

Pésima imagen y retos

«No han hecho política en muchos años y no saben de márketing político. Necesitan un discurso que supere el marxismo leninismo y le hable a los jóvenes, con temas como ambientalismo y minorías sexuales, que conforman la nueva izquierda», comenta Ariel Ávila, director de la fundación Paz y Reconciliación.

«Deben también cumplir con la justicia. Pedir perdón y decir la verdad», añade el analista, advirtiendo que el Estado debe garantizar la protección de las FARC para que no se repita el genocidio de la UP.

El 72 % de los colombianos no votaría nunca a las FARC, según una encuesta del Centro Nacional de Consultoría. Las cosas, eso sí, no andan bien para casi ningún partido en Colombia. Según otra encuesta, de Gallup, la imagen negativa de los exguerrilleros es del 8 4%, mientras que la del conjunto de partidos políticos es del 87 %.