Los afectados por los bombardeos de Guta: «¡Por amor de Dios ayudadnos!»

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

AMER ALMOHIBANY | Afp

Seis días de bombardeos sobre Guta dejan un saldo de 462 muertos, de ellos 103 menores. Mientras tanto se producen negociaciones en la ONU para evitar el veto ruso a una tregua

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«¡Por el amor de Dios ayudadnos!». Es la súplica en Twitter de Noor y Alaa, dos hermanas de 10 y 8 años. En medio de una nube de polvo, lloran desconsoladas. El miércoles se salvaron de milagro de uno de los constantes bombardeos del régimen de Bachar al Asad que sufre Guta Oriental. Se han quedado sin casa, pero están vivas. Su madre Shams Alkhateeb, profesora de inglés, cuelga a diario vídeos de las niñas para mostrar por lo que están pasando los civiles del enclave rebelde de la periferia rural de Damasco. También Muhamad Najem, un chaval de 15 años, quiere dejar constancia en la red social del brutal castigo que sufre la región para provocar su rendición. Uno de los últimos vídeos de los cascos blancos, el equipo de rescatadores voluntarios, muestra como los ataques no respetan ni a uno de los suyos que carga a dos niños que acaba de sacar de las ruinas de un edificio.

Las bombas siguieron cayendo este viernes en Guta Oriental al mismo ritmo que aumentan las víctimas civiles. En el sexto día de ataques de la artillería y la aviación (tanto rusa como siria y que incluye barriles bomba) dejan un saldo de 462 muertos, de ellos 103 menores, y más de 2.269 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

A contrarreloj

En la sede de la ONU se negociaba a contrarreloj con Rusia una resolución para establecer un alto el fuego de 30 días que permita aligerar el asedio a los 400.000 habitantes, repartir medicinas y comida, y organizar evacuaciones. Desde Bruselas, Emmanuel Macron y Angela Merkel enviaron un carta conjunta a Vladimir Putin para intentar convencerlo de que no vete el texto en el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras la hora de la votación sufría un retraso tras otro.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, confirmó el apoyo al borrador de alto el fuego, mientras el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusolgu, urgía a Moscú a suscribir la tregua, tras señalar que la ofensiva sobre Guta viola los acuerdo firmados. «Lo que Rusia e Irán y Siria han hecho recientemente es una desgracia humanitaria», apuntó Donald Trump.

El kuwaití Mansur al Otaibi, presidente de turno del Consejo de Seguridad, indicaba que el acuerdo estaba cerca. El jueves, Rusia rechazó el proyecto de resolución y planteó varias enmiendas. Desde Moscú, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, se mostraba dispuesto a apoyar un alto el fuego si recibe garantías de su cumplimiento por parte de los grupos rebeldes. Lavrov insistía en que la tregua no debe abarca al Estados Islámico y Al Qaida. Sin embargo, grupos de derechos humanos cifran en solo el 10 % los rebeldes presentes en Guta que pertenecen la red fundada por Bin Laden, mientras los hombres del califato hace tiempo que fueron expulsados.

Al Oaibi apuntó que el alto el fuego afectaría a toda Siria, incluido el enclave kurdo de Afrin, objetivo de una ofensiva turca.