Netanyahu y Bolsonaro sellan una alianza entre Brasil e Israel

Miguel Piñeiro Rodríguez
MIGUEL PIÑEIRO BRASILIA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

LEO CORREA | Afp

El partido de Lula opta por no asistir a la toma de posesión

29 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con los hoteles repletos y la promesa de caravanas de fieles al nuevo presidente, Brasilia se prepara para la toma de posesión de Jair Bolsonaro, el 38.º mandatario del país más grande de Sudamérica. Al tradicional acto que tendrá lugar el día 1 de enero en la monumental plaza de los Tres Poderes de la capital federal acudirán 12 jefes de Estado y de Gobierno extranjeros. El primero de ellos en verse con Bolsonaro ha sido Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel. Una visita oportuna desde el punto de vista ideológico (un agradecimiento a la postura abierta del ultraderechista brasileño por trasladar la Embajada de Brasil a Jerusalén) y también histórica (es el primer mandatario israelí en ejercicio que visita Brasil).

«Brasil pasará a ser más que un socio de Israel, será un hermano», dijo Bolsonaro ante Netanyahu, que replicó: «Israel es la tierra prometida, pero Brasil es la tierra de la promesa». Ambos se reunieron en Río de Janeiro, donde el presidente electo brasileño descansa antes de su toma de posesión.

Israel encara con optimismo la presidencia de Bolsonaro, que presumiblemente hará pinza con Estados Unidos en la comunidad internacional y con el que intuye una oportunidad comercial con la apertura del mercado de armas y el refuerzo de la seguridad que planea el nuevo dirigente brasileño.

En noviembre del año pasado, varios diputados de la conocida como bancada da bala (a favor del porte de armas) y el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, se vieron en Israel con empresarios del sector y el ministro hebreo de Seguridad Pública.

Alerta de seguridad

La seguridad es uno de los aspectos que más preocupan de cara a la proclamación de Bolsonaro como presidente. El protocolo incluye un paseo en coche descapotable por la espectacular explanada de los Ministerios de Brasilia. Tras el ataque que sufrió el entonces candidato antes de las elecciones, la inteligencia militar ya especuló en más de una ocasión con algún otro intento sobre la vida de Bolsonaro. De ahí que el presidente saliente, Michel Temer, en uno de sus últimos decretos firmados, autorizase el derribo de cualquier avión u objeto que sobrevuele el acto, y desplegó para ello misiles tierra-aire, una medida excepcional sin parangón en este tipo de actos.

Entre los testigos de la toma de posesión de Bolsonaro no estará el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, después de una pequeña polémica diplomática sobre si fue invitado o no al acto. Tampoco acudirá el principal partido de Brasil, el PT de Lula, que ha anunciado en un comunicado que no irá a la coronación de Bolsonaro: «Respetamos el resultado electoral, pero protestamos contra discursos y acciones que estimulan el odio, la intolerancia y la discriminación».