Juncker pide «amar a Europa» en su adiós a la Eurocámara

La Voz REDACCIÓN

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Juncker es saludado por Weber, el candidato popular a sucederle en la presidencia de la Comisión Europea
Juncker es saludado por Weber, el candidato popular a sucederle en la presidencia de la Comisión Europea PATRICK SEEGER | Efe

El luxemburgués seguirá en el cargo hasta el 31 de octubre

18 abr 2019 . Actualizado a las 07:19 h.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, hizo un llamamiento a «amar Europa» ayer, durante su intervención por última vez ante el pleno de la Eurocámara. «Quiero decir lo que ya dije el primer día: hay que amar Europa, si no es imposible que salga adelante. ¡Viva Europa!», exclamó Juncker ante el hemiciclo europeo.

El luxemburgués mantendrá el cargo hasta el 31 de octubre, pero ya no está previsto que vuelva a intervenir, pues los próximos plenos tras las elecciones del 26 de mayo se dedicarán a la elección de los presidentes del Parlamento y la Comisión Europea.

«Esta es mi última intervención ante esta cámara. Me voy a retirar ya. Me dolerá, pero me gustó mucho el trabajo hecho aquí y estoy satisfecho de lo conseguido», añadió en un debate con el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins.

Juncker ha mantenido una buena relación con la Eurocámara durante todo su mandato, aunque en el 2017 se enfadó por la escasa asistencia de los eurodiputados a un debate con el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, un país pequeño como el suyo, Luxemburgo

«No todo es ‘brexit’»

Sus problemas de salud le han llevado a excusarse en algunas ocasiones de permanecer más allá de su turno de palabra en los debates. «Por la ciática no puedo estar tanto tiempo de pie», afirmó más de una vez antes de delegar las conclusiones de cierre en alguno de sus vicepresidentes.

Juncker, en sus últimas palabras como presidente, optó el martes por insistir en la necesidad de comenzar a pasar página. «Europa es algo más que el brexit y no podemos permitir que obstaculice nuestro objetivo de centrarnos en otras prioridades». Confió, de hecho, en que el 31 de octubre, el último día de su mandato, «no estemos con otra reunión, porque yo ya no estaré». Asuntos como la reforma del euro, la consolidación de una política común de migración o el auge del euroescepticismo son algunos de los retos más importantes a los que se enfrenta el club.