Kyriakos Mitsotakis, el regreso de las viejas élites liberales a la escena política

L. Alvarez ATENAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

ALKIS KONSTANTINIDIS | Reuters

El líder de Nueva Democracia ha preferido presentarse como un personaje conciliador y moderado, evitando alarmar a las instituciones europeas o polarizar a la sociedad griega

08 jul 2019 . Actualizado a las 12:00 h.

El árbol genealógico de Kyriakos Alec Mitsotakis (Atenas, 1968) simboliza el poder de la nueva estrella del centroderecha griego. Su difunto padre, Constantinos, era sobrino de uno de los fundadores de la Grecia moderna, el liberal Eleftherios Venizelos y primer ministro de Grecia entre 1990 y 1993. Su hermana, Dora Bakoyannis, ha sido ministra de Cultura (1992-1993), alcaldesa de Atenas (2003-2006) y luego de nuevo titular de la cartera de Exteriores (2006-2009). Su sobrino, Kostas Bakoyannis, fue elegido en el pasado junio nuevo alcalde de Atenas, un cargo que asumirá en septiembre.

Con este bagaje, a sus 51 años y con una experiencia previa como ministro de la Reforma Administrativa, Mitsotakis marca el regreso de las viejas élites conservadoras griegas a la escena política del pequeño país mediterráneo. Lo hace después de una campaña electoral en la que el político ha preferido presentarse como un personaje conciliador y moderado, evitando alarmar a las instituciones europeas o polarizar a la sociedad griega.

«La cuestión es que Mitsotakis es un centrista que viene de una familia liberal. Podríamos incluso decir que él es la izquierda dentro de su partido, en el que su familia ha sido vista a menudo como una intrusa», afirma Nikos Marantzidis, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Macedonia. «¿Por qué han votado por él? Porque han entendido que él podía ganar», añade.

Sus detractores, sin embargo, se hacen otra pregunta: «¿Quién gobernará el país, él o su partido?». Lo verbaliza Yorgos, un votante del izquierdista Syriza, al recordar también que su familia no es ajena a polémicas y sospechas. Por ejemplo, por mantener una relación con Evangelos Marinakis, un controvertido armador griego dueño del equipo de fútbol Olimpiakós que ha sido recientemente acusado de una serie de delitos, incluso de narcotráfico.

Frente a la corrupción

Quizá por ello Mitsotakis ha prometido, en campaña electoral, hacer frente a la corrupción que azota el país heleno. Pidió, entre otras cosas, que se abra una investigación sobre la farmacéutica Novartis, acusada de pagar sobornos cambio de obtener una posición dominante en el mercado griego, en un caso que afecta a importantes políticos del hoy maltrecho Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok).

Este es el otro partido tradicional griego, el cual, sin embargo, vive una lenta agonía después de que el izquierdista Syriza se hiciera con gran parte de su electorado. Algo que no le ocurrió a Nueva Democracia con sus rivales de derecha. Más bien al revés. El partido conservador permitió el ingreso en su partido de políticos procedentes de la formación derechista LAOS hasta tal punto que el vicepresidente de ND es hoy Adonis Georgiadis, exmiembro de ese partido. También en las últimos tiempos ha ido recuperando el voto cautivado en años pasados por los neonazis de Amanecer Dorado.