El «impeachment» pone a los republicanos ante la encrucijada de librarse de Trump
INTERNACIONAL
El líder de los conservadores deja libertad a los suyos para un «voto de conciencia» tras unos acontecimientos que ponen en peligro el futuro del partido
17 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El segundo juicio político a Donald Trump se presenta como la prueba final de la lealtad de los republicanos al presidente derrotado. Once meses atrás, el senador Mitt Romney fue el único que votó a favor de su culpabilidad en el veredicto final de la trama ucraniana. En esta ocasión, la Cámara de Representantes aprobó la apertura del impeachment con el apoyo de diez republicanos. Una cifra inaudita que lo ha convertido en el proceso contra un presidente con más respaldo bipartidista de la historia.
El asalto al Capitolio por una turba azuzada por Trump del pasado 6 de enero ha puesto al Partido Republicano ante una encrucijada de consecuencias todavía imprevisibles para su futuro. La pregunta que se abre ahora es si 17 de ellos optarán por condenar al presidente por alentar a la insurrección en el juicio político que se avecina en el Senado. Son los aliados que necesitan los demócratas para completar la mayoría de dos tercios de la cámara necesaria para sacar adelante el impeachment. El líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, ha pasado los últimos días hablando con los suyos para trasladarles que la decisión depende solo de ellos. «Su mensaje es que esto será un voto de conciencia», ha revelado el senador conservador de Montana Kevin Cramer a Business Insider. A pocos días de finalizar sus seis años de control casi absoluto de la política estadounidense, McConnell guarda silencio sobre el sentido de su voto, pero ha llegado a la conclusión de que una condena a Trump libraría al partido de su influencia. Su último servicio a la nación será fijar la fecha del juicio, tras negarse a celebrarlo antes de la toma de posesión de Joe Biden del miércoles. Esto hizo que la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, retrasara sin fecha concreta la presentación del artículo de impeachment ante el Senado.
Una postura clave para el futuro
Los senadores republicanos tendrán ahora que sopesar sus sentimientos de haberse convertido en objetivo de los exaltados y los de los votantes en sus respectivos estados, donde aún sigue viva una legión de seguidores de Trump. Una condena al presidente puede significar que no puedan volver a postularse a las elecciones de 2022. «Todos mis amigos republicanos pro-Trump quieren arrancarme la cabeza por no hacer estallar la Constitución», ironizaba Cramer, que no apoya la falsa teoría del fraude electoral. Es uno de los pocos que se ha atrevido a relatar la dinámica que existe entre los 50 republicanos del Senado sin concretar sus intenciones. Los únicos votos conocidos hasta ahora son los de Tom Cotton y el fiel escudero de Trump hasta el día del asalto, Lindsey Graham. Ambos se posicionarán en contra. La máxima preocupación de cara al futuro del partido son los congresistas de extrema derecha que creen en el robo de las elecciones y que podrían optar a senadores en el 2022 en estados clave. Entre ellos se encuentran la representante de Georgia Taylor Greene, seguidora reconocida de la teoría de la conspiración de QAnon, Lauren Boebert de Colorado y Andy Biggs de Arizona. Los aliados de McConnel en esos estados preparan una campaña a gran escala para impedir que alcancen su objetivo, según fuentes el diario The New York Times.