La neoyorquina se emociona entonando el himno en una ceremonia a la que se sumaron rostros conocidos como Jennifer López, Bruce Springsteen o Tom Hanks
20 ene 2021 . Actualizado a las 20:42 h.Su gesto después de entonar el himno de EE UU lo decía todo. Lady Gaga, acostumbrada a grandes eventos, a triunfos y éxitos en distintos foros, pareció empequeñecerse -mide 1,55- tras descender la escalinata y dirigirse a tomar asiento. Antes, durante su actuación, se la vio enorme, envuelta en una falda roja que llevaba la firma de Schiaparelli. Un diseño realizado en exclusiva para la ceremonia de investidura de Joe Biden -el más excéntrico, como no, de todos- en el que destacaba un gran broche, en forma de pájaro dorado, que simbolizaba la paz, la unidad. Su tímida sonrisa, como pareciendo buscar la aprobación del selecto grupo de invitados que ayer se citaron en el Capitolio, no dejaba lugar a dudas: había protagonizado la actuación de su vida.
Y eso que Lady Gaga, tocada con una trenza realizada con cintas negras, tuvo competencia. Porque el mundo del espectáculo ha arropado, y de qué forma, a Joe Biden en su estreno como 46º presidente de los Estados Unidos.
Es conocida la inclinación de los artistas por el Partido Demócrata. Y en esta ocasión se ha mostrado con toda su intensidad. Empezando por la propia Lady Gaga, porque no hay que olvidar que la cantante ya hizo campaña junto a Biden antes de las elecciones. «Hola, soy Lady Gaga. Votaré por América, lo que significa que votaré por Joe Biden, avanzó en su momento. Tras terminar la ceremonia, se la vio charlar amistosamente como Barack Obama durante varios minutos.
Que una voz famosa interprete el himno es una tradición. Con Barack Obama lo hicieron Aretha Frankling y Beyoncé. Con Donald Trump la encargada fue Jackie Evancho, quien se hizo famosa en el concurso televisivo 'America's Got Talent'.
Libertad y justicia
Otra demócrata convencida también estuvo presente en la toma de posesión. La cantante y actriz Jennifer Lopez, de blanco inmaculado de Chanel y pendientes de la misma firma, interrumpió su interpretación de la tradicional 'This Land is Your Land' para, en español, reclamar «libertad y justicia para todos».
Al concluir, se dirigió en primer lugar a felicitar a la flamante primera vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, enfundada en un dos piezas morado, color símbolo del feminismo. Sin embargo, como dato curioso, su abrigo se abotonaba al lado derecho, como los de los hombres. También por este tono morado optó Hillary Clinton, en su caso con un traje pantalón. Y espectacular, en burdeos, también en pantalón, Michelle Obama. Llamó la atención que todas las damas optaran por conjuntos monocolor, comenzando por la «primera», Jill Biden, que apostó por el azul turquesa, un vestido y abrigo a juego de la firma neoyorquina Markarian.
La tercera actuación de la ceremonia de investidura corrió a cargo del cantante de música country Garth Brooks. Curiosamente, ya fue invitado a la investidura de Donald Trump. Hace cuatro años lo rechazó. Esta vez dijo un sí. Un sí enorme.
El espectáculo continuará en las próximas horas. Será una gala especial que presentarán los actores Tom Hanks y Eva Longoria. Durante 90 minutos se sucederán las actuaciones de Foo Fighters, Bruce Springsteen, Jon Bon Jovi, Justin Timberlke, John Legend, Demi Lovato y Ant Clemons. En conjunto, una muestra del músculo que los demócratas tienen a la hora de captar el apoyo de actores y artistas, algo de lo que nunca ha podido presumir el Partido Republicano.