Los republicanos que apoyan el «impeachment» de Trump pagan por ello
INTERNACIONAL

En su diana están los diez congresistas que votaron en favor de su juicio político y todos aquellos republicanos que le costaron las elecciones
26 ene 2021 . Actualizado a las 15:50 h.El mes pasado Jason Miller, portavoz de la campaña de Donald Trump, dijo al juez que a partir del 15 de diciembre estaría desempleado, en un intento de esquivar la manutención del hijo que engendró fuera del matrimonio en el 2016 con Arlene AJ Delgado, otra trabajadora de la campaña de Trump, realmente desempleada, a la que pagaba por ese hijo 500 dólares al mes mientras él cobraba 35.000 mensuales a través de una empresa subcontratada.
Si embargo, el pasado miércoles voló con el todavía presidente Trump en el Air Force One hasta Palm Beach, fue el autor de sus discursos de despedida y explicó el domingo sus planes futuros en una entrevista que resulta una amenaza velada para los legisladores que votarán en su juicio de impeachment. La meta del ya exmandatario, dijo, es «recuperar la Cámara Baja y el Senado para los republicanos en el 2022». Eso aseguraría su liderazgo en el partido conservador, del que «emergerá como líder de la nación en la papeleta» para el 2024, prometió.
En la diana de Trump están los diez congresistas que votaron en favor de su impeachment'y todos aquellos republicanos que le costaron las elecciones. Servirá de escarnio para los que estén pensando en divorciarse de él.
Al igual que Al Capone, otro vecino de Florida que tuvo que ser encarcelado por evasión de impuestos al no poder conectársele directamente con ninguno de sus crímenes, Trump no da órdenes directas. Tiene a otros que hablan por él y le hacen el trabajo sucio. Como el senador estatal Anthony Bouchard, que se batirá en primarias con Liz Cheney porque su reciente voto de impeachment demuestra que está «desconectada de la realidad de Wyoming», donde efectivamente los seguidores de Trump creen que Biden le ha robado las elecciones.
O Mark McBride, el alcalde de Myrtle Beach (Carolina del Sur), que planea hacer lo propio con el congresista Tom Rice porque el presidente «no instigó el asalto al Capitolio», como demostrará cualquier revisión de su polémico discurso a los manifestantes.
Atentos a las primarias
Los que se señalaron en el ya considerado voto de impeachment más bipartidista de la historia pagan ya las consecuencias al tener que defender su cargo en primarias del Partido Republicano.
Steve Bannon, a quien Trump perdonó sus delitos de estafa en su último día de gobierno, ha disparado en Míchigan la popularidad del veterano Tom Norton, que se enfrentará al congresista Peter Meijer. Eso explica que el líder republicano en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, ya no crea que Trump provocó el asalto al Capitolio, sino que reparta la culpa «entre todo el mundo».
Los senadores que recibieron anoche (madrugada de este martes en España) formalmente la acusación para abrir el juicio político no mirarán solo lo que Trump dijo el pasado 6 de enero, sino lo que no hizo mientras veía por televisión a sus huestes vandalizando el Capitolio.