Londres ve una «gran brecha» con la UE para ajustar el protocolo irlandés
INTERNACIONAL
Reitera que no habrá pacto si no se elimina el arbitrio de la Justicia europea
16 oct 2021 . Actualizado a las 10:15 h.La oferta de la UE de eliminar el 80 % de los actuales controles aduaneros y fitosanitarios en Irlanda del Norte no satisface al Reino Unido. Pese a que reconoce las concesiones que los Veintisiete han hecho para lograr poner fin a las disputas en torno al protocolo del brexit para el Úlster, el Gobierno británico insiste en que el papel de la Justicia comunitaria en el pacto es una «gran brecha» por superar y evitar así una guerra comercial a ambas orillas del canal de la Mancha.
«Las disposiciones sobre la gobernanza [del protocolo] no funcionan. Tenemos que sacar al Tribunal [de Justicia de la UE] del texto (…) [La UE] deberá hacerlo si quiere encontrar una solución», dijo ayer el ministro británico del brexit, David Frost, antes de reunirse en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maro? ?efcovic.
El papel del Tribunal de Justicia de la UE como árbitro final de cualquier disputa por interpretaciones del pacto continúa siendo rechazado por Londres, pese a que hace menos de dos años que aceptó someterse a ella si fuera necesario. Esta cuestión parece ir rumbo a convertirse en el nuevo punto de honor para Downing Street, como lo fue la pesca en las tortuosas negociaciones del año pasado.
Sin embargo, en Bruselas no parecen dispuestos a ceder un milímetro en este asunto. «No se puede tener acceso al mercado único sin la supervisión del Tribunal de Justicia de la UE», replicó ?efcovic, en una declaración por separado.
Aunque las partes continúan en la mesa de negociaciones y han anunciado que «intensificarán sus esfuerzos» para lograr un acuerdo, los Veintisiete han tomado nota de las amenazas de su exsocio de suspender unilateralmente el protocolo. Por ello, los Gobiernos francés, alemán, neerlandés y el español instaron a Bruselas a preparar una dura batería de medidas para responder a cualquier movimiento de Londres en esa dirección, aseguró la prensa británica.
Por si la disputa por el protocolo irlandés no complicase lo suficiente la situación, el Reino Unido ha abierto otro frente con la UE: el de la pesca. En las últimas semanas las ya tirantes relaciones con Francia se han tensado más, por la decisión de las autoridades británicas de conceder solamente parte de las licencias solicitadas por los pescadores galos para faenar en sus costas. Líderes de algunas cofradías francesas amenazaron con bloquear el tráfico marítimo y subterráneo por el Canal si para este viernes sus demandas no eran atendidas.
A lo anterior habría que sumar la advertencia de París de que interrumpirá el suministro eléctrico a la isla británica de Jersey, algo que las autoridades de ese territorio calificaron de «inconcebible».
Ajustes a la carrera
En casa, el Gobierno de Boris Johnson continúa batallando para minimizar el impacto de la escasez que viene padeciendo el país por falta de camioneros y otros trabajadores provocada por el brexit. Ayer anunció que concederá visados temporales de trabajo a unos 800 carniceros para evitar el desabastecimiento de carne. La medida va a contracorriente de los anuncios del premier, quien en las últimas semanas ha insistido en que los empresarios deben superar su dependencia de la mano de obra extranjera barata.
Otra decisión que las autoridades analizan para paliar la crisis es permitir a los camioneros comunitarios realizar cuantos viajes deseen en 14 días, en lugar de los dos semanales ahora permitidos.