Ucranianos en Vilagarcía: «Es posible que tengamos que coger el coche, ir allá y meter a todos los familiares que quepan para traerlos»

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

INTERNACIONAL

MONICA IRAGO

El matrimonio Nigeruk y su hijo Sergiy piden junto a Natalia Gomeniuk que Occidente endurezca las sanciones a Rusia para doblar el brazo de Putin

26 feb 2022 . Actualizado a las 13:19 h.

Sergiy y Olena Nigeruk son de Kiev, pero llevan 14 años continuando su vida juntos en España. Un país al que él llegó un lustro antes, movido por las oportunidades laborales de un oficio, el de jugador de tenis de mesa, que a sus casi ya 47 primaveras sigue ejerciendo en el club Vilagarcía T.M. En la capital arousana el matrimonio comparte su vida con el otro Sergiy de la familia, un joven que con 15 años abandonó la capital de Ucrania para volar junto a su madre a Galicia en su particular proceso de reunificación familiar. Hablamos con los tres en el pequeño local de Arreglos de Costura Olena, el negocio que la matriarca del clan regenta con ayuda de su compatriota Natalia Gomeniuk, que también nos habla de su estado, ánimo y parecer tras la invasión de su tierra por parte del ejército ruso.

Los cuatro concebían la posibilidad de que algo así podría ocurrir en cualquier momento desde la degradación de las relaciones entre los dos países vecinos en 2014, pero confiesan que los ha sorprendido que sea ahora. Y eso porque, apunta el patriarca de los Nigeruk, «confiábamos en que las sanciones de Occidente los parasen», en referencia a los rusos. Lamentablemente, continúa Sergiy, «se ve que no le daban tanta importancia a eso y tenemos lo que tenemos».  

La alarma que volvió a sonar en Kiev por vez primera desde la Segunda Guerra Mundial

Los ucranianos de Vilagarcía de Arousa están en contacto con sus allegados y, de momento, el mensaje que reciben es de realtiva y tensa tranquilidad. Natalia, orihunda de Nemyriv, un pueblo de la región central de Vinnytsia, declara estar viviendo con «preocupación por la familia. Nos duele muchísimo la situación». Y es que si bien su gente cercana en Ucrania «están en casa, preparados, acumulando comida, aguantando y esperando», también, cuenta el hijo de los Nigeruk, «con todos los que hemos hablado nos dicen que oyen caer bombas. En Kiev hoy sonó una alarma que no sonaba desde la Segunda Guerra Mundial». 

Los bots del miedo

No obstante, por donde realmente se mantienen informados de la situación, explica Sergiy, es «a través de páginas oficiales del Estado y del Ejército de Ucrania. Y de redes sociales, como Telegram o Facebook. Ahí dan información exacta, real». Un comentario que completa su hijo sosteniendo que «los rusos trabajan mucho con bots (máquinas que pueden servir para generar falsos contenidos simulando una autoría humana) intentando meter miedo» con noticias falsas. Por ello, frente a lo que pudieran hacer creer desde el este del Donbás, «nadie está paralizado en Ucrania por la histeria. Los ucranianos están tranquilos y preparados», defiende el jugador del Vilagarcía Tenis de Mesa.

Al contrario que su hijo, Sergiy padre ya no conserva legalmente la ciudadanía de Ucrania, país que no admite la doble nacionalidad. Con dni español desde el 2018, el jugador de tenis de mesa es sin embargo el más contundente a la hora de describir la situación y señalar el camino a seguir: «Llevamos realmente 8 años de guerra con ellos (los rusos), solo que antes era una guerra más local y ahora es global». Un nuevo escenario que le hace pensar que esta vez «es posible que tenga que coger el coche, ir a Ucrania y meter a todos los familiares que quepan para traerlos aquí». 

Más sanciones y asilo a los refugiados

Con la guerra ya desatada, preguntamos qué le piden a Putin. «A Rusia no se le pide nada. Ellos solo entienden la fuerza», expone el patriarca de los Nigeruk. «La palabra de Putin no significa nada», remacha su mujer, Olena. Así las cosas y conscientes de que no pueden esperar tropas de la OTAN, por no ser Ucrania un país miembro de la Alianza, el grupo de ucranianos de Vilagarcía pide a los estados occidentales que «impongan sanciones más fuertes a Rusia» y que, continúa Natalia, «acojan a los refugiados» que, todo apunta, generará el conflicto más pronto que tarde. Con especial preocupación «por los niños». 

Parar, no beneficiar al «opresor»

«Europa, directa o indirectamente, ya está metida; le va a afectar económicamente», apunta el hijo de los Nigeruk. Y a la economía se refiere también su padre para pedir al resto del viejo continente «que le den más importancia a la humanidad, a salvar las vidas que al beneficio económico. Llevan 8 años hablando, pero siguen pagando el gas ruso. Al opresor hay que aislarlo, pararlo, no darle ganancia si queremos un mundo civilizado». 

El jugador del Vilagarcía T.M. muestra su malestar con alguno de los rusos que viven en Galicia, con los que habría tenido un serio choque de pareceres. Con alguno, por querer mantenerse al margen de todo el conflicto apelando a su desinterés por la política: «La mentalidad rusa es prepotente. Desde las 5 de la mañana quieren ‘poner a Ucrania en su sitio’. Los rusos de aquí, o que nos apoyen o que nos pidan perdón».

El hijo de los Nigeruk confiesa sentir «impotencia» ante la invasión de su país. No obstante, en su mente no está cruzarse de brazos: «Intentaremos hacer lo máximo que podamos. El domingo vamos a participar en Vigo en una concentración de ucranianos en Galicia para visibilizar el conflicto, para hacerle ver a Europa que debe darse cuenta de lo que es Rusia». 

Y para terminar, Sergiy padre lanza un mensaje de aliento a todos los ucranianos: «Ellos (por los rusos) no pudieron con Chechenia, que es más pequeña, y no podrán con nosotros».

MONICA IRAGO

Sin dejar Vilagarcía, la corporación municipal en pleno se concentró en la entrada de la casa consistorial de la capital arousana para mostrar su repulsa al inicio de la invasión militar rusa de Ucrania.