
Puede ser un flotador económico para Putin, pero perdería su relación con la UE
16 mar 2022 . Actualizado a las 08:43 h.La guerra en Ucrania representa un desafío para China a nivel diplomático, económico y geoestratégico. Su negativa a condenar la invasión rusa la puede aislar internacionalmente, pero también es una oportunidad de fortalecer su posición en un momento de crisis en Occidente.
¿Cuál es la posición china?
China apuesta por una dudosa neutralidad. Afirma que defiende la integridad territorial de todos los países, a la vez que exige respeto para las reclamaciones de seguridad de Rusia en sus fronteras. Pekín intenta hacer malabarismos, pero la realidad es que de momento se niega a condenar la guerra y rechaza las sanciones internacionales que califica de ilegales. No ha dudado en sumarse a la retórica de Putin para culpar a Estados Unidos de avivar el conflicto por presionar para ampliar la OTAN hacia el este de Europa.
¿Qué apoyo puede dar China a Rusia?
China puede ser un salvavidas económico de Rusia. A principios de febrero Moscú y Pekín firmaron una «alianza estratégica» que incrementaba sustancialmente los lazos económicos. El mismo día que entraban las tropas rusas en Ucrania, Pekín anunciaba que aumentaba la compra de trigo ruso. China se ha comprometido a aumentar la compra de gas y petróleo a Moscú. En el 2021 China representaba alrededor del 18 % del comercio exterior de Rusia y la Unión Europea el 40 %. Está proporción va a cambiar con las sanciones. Los dos países también han acordado ampliar el uso del yuan en las transacciones e impulsar los métodos de pago alternativos. Es una medida que puede mitigar en parte el bloqueo de los bancos rusos. Pekín defiende que sus empresas seguirán haciendo negocios con Rusia y esto implica que tendrán que hacer equilibrios para evitar ser penalizados por las sanciones internacionales.
¿En qué beneficia a China el conflicto?
La guerra en Europa puede distraer a Estados Unidos de su presión en el Indo-Pacífico. La administración Biden ha apostado por una política de contención a China como máxima prioridad y había aumentado su fuerza militar en la zona. Con el frente abierto por Rusia, Washington puede estar menos pendiente de apoyar las reivindicaciones de independencia de Taiwán. Rusia saldrá más debilitada del conflicto y más dependiente de la financiación china. Acabe como acabe la invasión de Ucrania, Putin ya no va a ser un líder respetado. En el mundo pueden quedar solo dos superpotencias Estados Unidos y China.
¿A que desafíos se enfrenta China?
El apoyo de Pekín a Putin tensa las relaciones con la Unión Europea, su segundo socio comercial, y posiblemente dinamite las posibilidades de firmar el esperado tratado de comercio. La iniciativa de Nueva Ruta de la Seda, el corredor comercial impulsado por Pekín, se puede topar con las sanciones económicas y con el rechazo de países que condenen la agresión rusa. Las relaciones con Estados Unidos seguirán congeladas. Washington ya ha acusado a China de conocer los planes de Putin, ser su cómplice e incluso de ayudarle con material militar. Y como efecto colateral se puede esperar un mundo más polarizado. La invasión de Ucrania unirá a los países occidentales y Pekín seguramente se enfrentará a una alianza más firme para hacer frente a sus intereses. Coaliciones como el QUAD (Estados Unidos, India, Japón y Australia) o el AUKUS (Australia, Reino Unido, Estados Unidos) se reforzarán. La guerra va a provocar una crisis económica global que repercutirá en el gigante asiático.
¿Qué papel mediador puede ejercer China?
El principal poder mediador de Xi Jinping es la capacidad de presionar a Vladimir Putin con la retirada de su ayuda económica. De momento, Pekín se ha limitado a expresar su buena voluntad de mediar, pero no ha hecho ningún gesto concreto. También hay que tener en cuenta que China ha sido un país aislado hasta hace poco más de tres décadas y no tiene ninguna experiencia en mediación internacional.
¿Qué une a China y Rusia?
Los dos países comparten la defensa de su seguridad territorial Moscú rechaza la ampliación de la OTAN y China la ayuda a militar de Estados Unidos a Taiwán y su presencia en el Pacífico. Putin y Xi Jinping también defienden la creación de un nuevo orden que pivotaría hacía Asia y donde la democracia y los derechos humanos no serían valores universales. El cambio de fronteras en Europa que va a provocar la agresión militar rusa representa el fin del orden mundial surgido tras la II Guerra Mundial y seguramente el inicio de una nueva etapa.