Fallece el líder ultranacionalista ruso que puso fecha a la invasión de Ucrania
INTERNACIONAL
Putin lamenta la pérdida de Vladímir Zhirinovski, al que define como un «orador brillante y polemista»
06 abr 2022 . Actualizado a las 15:39 h.El dirigente ultranacionalista ruso Vladimir Zhirinovski, líder del Partido Liberal Democrático de Rusia, ha fallecido «después de una grave y prolongada enfermedad», ha anunciado este miércoles el presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Viacheslav Volodin. Según informa Europa Press, los diputados de la Duma han guardado un minuto silencio en recuerdo de un hombre que, según Volodin, «entendió profundamente como funciona el mundo y previó muchas cosas». Sin él, ha añadido, «sería difícil imaginar el desarrollo del sistema político moderno».
La salud de Zhirinovski, de 75 años, ya había sido objeto de especulaciones en las últimas semanas y, con su muerte, desaparece una figura clave de la ultraderecha en la historia reciente de Rusia. Se presentó a las elecciones presidenciales en varias ocasiones.
En una de sus últimas apariciones públicas, a finales de diciembre, ya vaticinó que 2022 «no sería un año pacífico» e incluso puso fecha con bastante precisión -una diferencia de dos días- al inicio de la invasión de Ucrania: «A las cuatro de la mañana del 22 de febrero, sentiréis nuestra política».
Mensaje de Putin
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha expresado su profundo pesar por la muerte de Zhirinovski, a quien definió como un orador brillante y polemista. «Me enteré con profundo pesar de la muerte de Vladímir Vólfovich Zhirinovski», señaló en un mensaje de condolencia. «Era un político experimentado, una persona enérgica, abierta a la comunicación, un orador brillante y polemista». Fundador y líder permanente de uno de los partidos políticos más antiguos del país, Zhirinovski «hizo mucho por la formación y el desarrollo del parlamentarismo ruso, la legislación nacional y se esforzó sinceramente por contribuir a resolver los problemas nacionales más importantes», ha significado Putin. «Y siempre, ante cualquier auditorio y en las discusiones más acaloradas, defendió la posición patriótica, los intereses de Rusia», ha añadido.
Zhirinovski fue hospitalizado a principios de febrero pasado con coronavirus y su estado fue calificado de grave, con una neumonía doble que comprometió entre el 50 y el 75 % de los pulmones. El controvertido político, famoso por escándalos en los que se vio envuelto, como el de golpear a una mujer y a un pope en el Parlamento, se habría vacunado ocho veces contra la covid-19.
Una figura conocida
Zhirinovski, un oscuro jurista que se asomó a la política en las postrimerías de la Unión Soviética, hizo del populismo y el ultranacionalismo el caballo de batalla que le convirtió en una figura infaltable en el panorama político en los últimos 30 años.
Muchos recuerdan su aparición como invitado en los pasillos de los congresos de diputados de los últimos años de la época gorbachoviana, donde interpelaba a viva voz a los dirigentes soviéticos, para el deleite de la prensa.
En 1989 fundó el Partido Liberal Democrático de la Unión Soviética y presentó su candidatura a las elecciones presidenciales de Rusia de junio de 1991, en las que consiguió con la promesa de bajar el precio del vodka un sorprendente tercer lugar (7,8 %).
Dos meses después, Zhirinovski respaldó la intentona golpista de la cúpula comunista contra el presidente Mijaíl Gorbachov.
En 1993, ya después de la disolución de la Unión Soviética el político ultranacionalista obtuvo el mayor triunfo político de su larga trayectoria: su partido fue el más votado en las elecciones a la Duma del Estado, el Legislativo ruso que sustituyó el Soviet Supremo.
Desde entonces y hasta la fecha, el Partido Liberal Democrático, ya de Rusia, no ha dejado de tener representación parlamentaria, aunque menor en las últimas legislaturas.
Zhirinovski tiene el récord absoluto de candidaturas presidenciales, seis, y su mejor resultado fue en el 2008, cuando obtuvo el 9,35 % en los comicios que ganó entonces Dmitri Medvédev.
De retórica y conducta agresiva, el político ultranacionalista protagonizó numerosos escándalos en la sala del legislativo: desde liarse a golpes con un pope al que cogió de su crucifijo hasta tirar del pelo a una diputada. «Cuando yo lo diga, corred hacia ella y violadla», dijo en una ocasión a sus ayudantes durante una rueda de prensa señalando a una periodista, que resultó estar embarazada y que tuvo que ser defendida por sus colegas. Tras el ataque, la periodista tuvo que ser ingresada, y el líder nacionalista se vio obligado a disculparse al ser criticado duramente incluso desde su propio partido.
De lengua afilada y sentido del humor barriobajero, Zhirinovski utilizaba un estilo avasallador en los debates sin dejar hablar a sus adversarios.
Nació en Almaty, la república soviética Kazajistán, el 25 de abril de 1946. Una de sus frases más famosas es: «Mi mamá es rusa y mi padre, jurista», que fue interpretada como un intento de ocultar su origen étnico al comienzo de su carrera.
Años después, explicaría que en una mesa redonda contestó con una sola frase por falta de tiempo a dos preguntas: de qué nacionalidad era su madre y cuál era la profesión de su padre.
Zhirinovski, según su versión, no leyó las preguntas, que eran de dos personas distintas, y de ahí que se creyera no quería revelar el origen étnico de su progenitor, que -dijo- «probablemente era judío aunque no está confirmado».
Pese a su imagen iconoclasta, el político ultranacionalista se alineó siempre con las políticas del Kremlin.
El año pasado el presidente ruso, Vladímir Putin, le impuso a Zhirinovski, con motivo de su 75 cumpleaños, la Orden al Mérito ante la Patria de primer grado, «por su gran aporte al fortalecimiento del Estado, al desarrollo del parlamentarismo y su activa labor legislativa».