Las legislativas francesas agravan las divisiones en los partidos tradicionales

asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

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El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon
El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon SARAH MEYSSONNIER | REUTERS

La izquierda se ha dado como límite este domingo para llegar a un acuerdo

01 may 2022 . Actualizado a las 11:00 h.

Mientras Emmanuel Macron intenta diseñar su próximo gobierno (ya ha recibido calabazas de parte de la antigua directora de gabinete de Manuel Valls, Véronique Bédague, según Le Parisien), las distintas formaciones políticas negocian para llegar a acuerdos de programa y de candidaturas con el fin de no dispersar las fuerzas e intentar imponerse en las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio.

La izquierda se ha dado hoy como límite para llegar a un acuerdo. Desde hace una semana, La Francia Insumisa (LFI), respaldada por los resultados de su líder, Jean-Luc Mélenchon, en las elecciones presidenciales (22 %), arbitra las negociaciones con el Partido Socialista (PS), Europa Ecología (EELV) y el Partido Comunista. Pero se suceden los anuncios de acuerdos y desacuerdos.

Ayer, Mélenchon lanzó una llamada a todos desde las páginas del Journal du Dimanche, para que abandonen «la cultura permanente de la derrota», y no se dejen «absorber por sus problemas internos» porque, en su opinión, la ciudadanía «no aceptará» una derrota causada por la dispersión de candidaturas.

Los socialistas, que habían anunciado un principio de acuerdo, dieron marcha atrás y suspendieron las negociaciones el viernes tras las críticas de algunas personalidades del partido, que lamentaron que el PS estuviera vendiendo su alma al aceptar la desobediencia a los tratados europeos o el abandono de la OTAN, y denunciaron la «lógica hegemónica» de la extrema izquierda y la ausencia de pluralidad. Mélenchon responde diciendo que los electores han puesto «el centro de gravedad del lado de la izquierda de ruptura» y no del socialiberalismo.

Por su parte, los verdes consideran que todavía es necesario hacer «ligeros esfuerzos» de un lado y otro de la izquierda antes de firmar un acuerdo.

El partido de Marine le Pen, la Reagrupación Nacional (RN) parece descartar por completo cualquier alianza con Reconquista, el partido de Eric Zemmour, después de que este se lamentara la misma noche del fracaso en las presidenciales de que «es la octava vez que la derrota golpea el nombre de Le Pen».

En el 2017 solo obtuvieron 8 escaños en la Asamblea a pesar de los 11 millones de electores que votaron por Marine Le Pen en las presidenciales. Esta vez están convencidos de que será posible al menos formar grupo parlamentario (15 diputados) porque Le Pen ha llegado en cabeza en medio centenar de departamentos. Esto no garantiza una victoria debido al sistema electoral a dos vueltas, pero sí muestra una clara progresión de la candidata de la extrema derecha.

El partido de Le Pen ya ha validado 400 investiduras (hay que elegir 577 diputados), la gran mayoría procedentes de las filas del RN, y algunos tránsfugas de última hora. También estudian no presentar candidatos en aquellas circunscripciones en la que se presente alguien del partido conservador Los Republicanos que consideren compatible con el RN.

Mientras, Los Republicanos están, según Le Monde, «tetanizados» ante las tentaciones de muchos de ellos de sumarse a las filas macronistas, pese a que el partido ha confirmado que quiere mantener su «independencia» frente al presidente de la República.