Las municipales italianas miden la fuerza de la coalición de izquierdas

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

El presidente del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte
El presidente del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte GIUSEPPE LAMI | EFE

El país abre este domingo un nuevo ciclo de cara a las generales del 2023

11 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los italianos vuelven este domingo a las urnas con la celebración de las elecciones municipales en cerca de un millar de ayuntamientos, entre ellos los de cuatro capitales regionales: Palermo, Génova, L'Aquila y Catanzaro. En las localidades de más de 15.000 habitantes se celebrará una segunda vuelta dentro de dos semanas si ningún candidato alcanza el 50 % de los votos. Aunque solo están llamados a expresar sus preferencias políticas nueve millones de los 46 millones de italianos mayores de 18 años, el voto es visto como una antesala de los comicios generales que se celebrarán en los primeros meses del año que viene.

De manera simultánea, este domingo tendrá lugar un referendo en todo el país sobre la reforma de la Justicia, que, salvo sorpresa mayúscula, acabará en nada, pues a la complejidad de la materia se suma la escasa movilización popular para tratar de alcanzar el cuórum necesario del 50 % de los electores.

Las municipales pueden marcar un nuevo hito en el declive del Movimiento 5 Estrellas (M5E), la formación transversal y anticasta que comenzó en el 2018 la actual legislatura como el partido más votado y numeroso del Parlamento, pero que, en los cuatro años pasados desde entonces, ha perdido a una tercera parte de sus diputados y senadores, quedando además actualmente por debajo del 13 % en intención de voto a nivel nacional, según los últimos sondeos publicados. Para tratar de burlar la irrelevancia política a la que parece abocado, el M5E, liderado por el ex primer ministro Giuseppe Conte, se presenta en estas elecciones locales en la mayoría de las circunscripciones en una alianza con el Partido Democrático (PD), la principal formación del centroizquierda. Ambas fuerzas políticas analizarán con lupa los resultados en esta cita con las urnas para comprobar si vale la pena seguir juntos de cara a las generales del año que viene. «Será una prueba para verificar si para nosotros hace que las cosas sean mejores la idea del campo ancho», dijo el líder del PD, Enrico Letta, utilizando el término con el que se refiere a la alianza con el M5E.

Viento a favor para los conservadores

Las perspectivas, no obstante, no son optimistas para la coalición, pues las encuestas vaticinan una victoria de los candidatos conservadores en las cuatro capitales regionales en juego. De confirmarse la previsión, se reforzará la posición del ala del PD que pide a Letta concurrir a los próximos comicios en solitario para evitar que el M5E les arrastre en su caída. Resulta llamativo el desplome que sufre la formación anticasta. Pese a los intentos de Conte por reactivarla, solo se presenta en el 6,5 % de los municipios en juego. Su desaparición del espacio público es particularmente llamativa en Sicilia, donde únicamente habrá papeletas del M5E en cuatro localidades de las 120 donde se vota. Para valorar la magnitud de la caída hay que recordar que, en las generales del 2018, el M5E rozó el 50 % de los votos.

Además de por la dificultad para casar un origen antisistema con la presencia en los últimos tres gobiernos, la actual debilidad del M5E se explica por sus incongruencias en política exterior, puestas de manifiesto con la guerra en Ucrania. Mientras Conte clama contra el envío de armamento, el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi di Maio, antiguo líder del M5E, mantiene una posición mucho más en línea con la de la OTAN. «Una derrota en el voto en las ciudades el domingo está destinada a debilitar el extremismo táctico» de Conte, afirma Massimo Franco, analista político del diario Corriere della Sera.