Éxodo masivo en el Karabaj: 19.000 personas llegan a Armenia en dos días

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Refugiados de Nagorno Karabaj llegan al centro humanitario de Kornidzor (Armenia).
Refugiados de Nagorno Karabaj llegan al centro humanitario de Kornidzor (Armenia). IRAKLI GEDENIDZE | REUTERS

Una misteriosa explosión deja sin combustible a los que intentan escapar

27 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La carretera que lleva al centro humanitario de Kornidzor (Armenia) estaba llena de coches. Cientos de coches transportando a miles de karabajíes que cada día cruzan la frontera y buscan refugio. Desde el domingo, 19.000 personas —según el Gobierno armenio— buscan refugio.

Ha pasado una semana de la ofensiva de Azerbaiyán contra la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia. Después de 24 horas siendo masacrada, la región se rindió y aceptó su reinserción en el país azerí. Las negociaciones, no obstante, siguen estancadas.

«Hemos reasentado a 2.500 refugiados, y 1.200 están en proceso de instalación», dijo este martes el vice primer ministro de Armenia, Tigrán Jacharitán. Prometió que se reforzará la asistencia para los desplazados y que todos conseguirán alojamiento. El centro provisional de Kornidzor, en la frontera con Azerbaiyán y a 150 kilómetros del Karabaj, acoge a la mayoría de los recién llegados.

Preocupación de la ONU

En Ginebra, la portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Shabia Mantoo, fruncía el ceño. «Entre los evacuados hay numerosas personas vulnerables, como ancianos y niños. La mayoría padecen trauma y requieren urgente atención psicosocial», declaraba. «Pedimos que se eviten acciones que puedan causar el desplazamiento de los civiles y que se garanticen sus derechos humanos. Nadie debe ser obligado a abandonar su hogar».

El Gobierno azerbaiyano prometió que respetará los derechos de los armenios que se queden en el Karabaj, pero no fue suficiente. Los karabajíes no se fían, temen represalias y siguen intentando huir.

Minutos antes de la intervención de Shabia Mantoo, un depósito de combustible explotó cerca de Stepanakert (capital del Karabaj) y dejó, al menos, 20 muertos y 300 heridos. «290 víctimas con quemaduras de diversa gravedad fueron ingresadas en centros médicos. Siete murieron en el hospital. Los cuerpos de trece no han sido identificados», destacó el departamento de Sanidad de las autoridades karabajíes, según Colpisa.

No hay una versión oficial sobre lo que pudo ocurrir. Parece que no se trata de un bombardeo y las fuerzas de seguridad ni siquiera hablan de sabotaje o terrorismo. El diputado Metakse Akopián, sin embargo, señaló que «el depósito en donde se produjo la explosión distribuía gasolina a los que salían del Karabaj hacia Armenia».

Respuesta internacional

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, recalcó que Armenia «está pagando el precio de la masacre de Jóyali», cometida en 1992 durante la Primera Guerra de Nagorno Karabaj, y que se saldó con la muerte de cientos de civiles y la huida de la población azerí.

Sus homólogos en Rusia e Irán, Vladimir Putin y Ebrahim Raisí, intercambiaron opiniones sobre la situación y piden soluciones pacíficas y diplomáticas.

Mientras tanto, EE.UU. anunció que donará 11,5 millones de euros en ayudas, y la UE elevará su respuesta humanitaria a 5 millones. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió en una reunión de asesores diplomáticos de Armenia y Azerbaiyán que ambas partes tomen «acciones concretas» y «soluciones decisivas» para poner fin al conflicto.